Opinión por: Viet Juan Félix Costa
«Comandante» del escritor Rory Carroll; un irlandés k estuvo de 2006 a 2012 en Venezuela como corresponsal del diario londinense «The Guardian» no entiende que la revolución bolivariana no fue de una persona, u obra de magia; fue un movimiento de masas harto del saqueo neoliberal producto de políticos mediocres de la cuarta república. El caracazo de 1989 fue el ya basta!. Así que no fue «La Venezuela de Hugo Chávez» ni mucho menos de un monarca, fue de todo un pueblo como dicen allá «resteado» (valiente). Los militares comandados por Hugo Chávez dieron el paso al frente u 4 de febrero de 1992.
Al principio, pareciera que Carroll es un periodista «objetivo» incluso mucho pensarían (a pesar de la espantosa portada) que es chavista por su título del libro «comandante»; sin embargo, cuando vas profundizando en la lectura te das cuenta que es un anti chavista y utiliza palabras despectivas, groseras, irrespetuosas al Presidente. Da a entender k Chávez tenía acciones autoritarias; lo k muchos de nosotros pudiéramos decir políticas radicales revolucionarios, él (el autor) lo ve como autoritario (dictadura disfrazada); es la visión, en general, de una ideología europea k hace tiempo no están acostumbrados a una verdadera revolución (desde la francesa de 1789); Carroll hace un guión tendencioso, él sí disfrazado de “objetivo” dentro de su mentalidad euro centrista.
En ocasiones miente, como cuando dice que el presidente Chávez dijo que el dictador Pérez Jiménez fue el mejor presidente que tuvo Venezuela en mucho tiempo (p. 120).. Revisé ese Aló Presidente #355 donde supuestamente lo dijo y no lo encontré.
No se cansa de atacar al gobierno por los supuestos actos de corrupción; sin embargo no muestra 1 sola prueba de nada, todo es de dichos de personas que tuvieron cargos directamente o estuvieron relacionados con ellos. Por tanto no tienen solidez o rigor en sus afirmaciones.
Aun así vale la pena leer para conocer como se adentra en un huracán bolivariano una persona retrógrada, conservadora y prejuiciada; verlo quedar en ridículo ante un gigante de la política venezolana, latinoamericana y mundial equiparable con el Comandante Fidel Castro.
Casi al final del libro lanza lo que considero retrata el ideario de este escritor: «Chávez no era un dictador, seguía siendo un híbrido, un autócrata electo y esto lo salvó». Dicha afirmación lo dice un escrito sin rigor investigativo con nulo o casi nulo visión social que además, viene de una monarquía que cuenta con colonias como las islas Malvinas. Chávez lo puso magistralmente en su lugar. Carroll pasó al basurero de la historia y nuestro querido comandante invicto a la eternidad, en el corazón de millones de personas.
*Dir. Fundador del Centro de Estudios de la Revolución Bolivariana de México AC).
https://centro-de-estudios-de-la-revolucion-bolivariana.webnode.mx/ cerbmexico@gmail.com



