Madera 65: la justicia empieza a llegar

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Por: Víctor M. Quintana S.

Aunque tarde, la Justicia llega.

En el Diario Oficial de la Federación del 22 de septiembre de 2025, la Secretaría de Gobernación publica el Acuerdo por el que se declara Sitio de Memoria la tumba colectiva de Antonio Scobell Gaytán, Arturo Gámiz García, Emilio Gámiz García, Miguel Quiñones Pedroza, Oscar Sandoval Salinas, Pablo Gómez Ramírez, Rafael Martínez Valdivia y Salomón Gaytán Aguirre, localizada en el panteón municipal de Ciudad Madera, Chihuahua.

Es una primera acción justiciera para resignificar el lugar de la inhumación de los jóvenes insurgentes caídos en acción el 23 de septiembre de 1965.

Desmantela el significado de la acción represiva del gobernador de entonces, Giner Durán, quien ordenó pasear los cuerpos insepultos de los guerrilleros en la plataforma de un camión maderero y enterrarlos en una fosa común espetando la frase que lo ha hecho pasar a la historia de la ignominia: “Querían tierra…denles hasta que se harten”.

Para cultivar la memoria de esa gesta heroica de los estudiantes y maestros normalistas de aquel 23 de septiembre, el comité “Primeros Vientos” ha realizado la segunda edición del libro “Siguen buscando Justicia” de la periodista Dora Villalobos, publicado primero en forma de varios reportajes a doble plana en el Heraldo de Chihuahua en 2005, luego como primera edición de este libro, al conmemorarse 50 años del Asalto al Cuartel en 2015. 
Recomiendo ampliamente este resumen narrativo ágil, periodístico, vivo, de la gesta del 23 de septiembre de 1965 y del movimiento social que le precedió y le siguió. 

El libro consta de 9 capítulos que van desde un balance hecho por los sobrevivientes de la lucha en 2015, los antecedentes de violencia caciquil en la sierra, la mutua influencia entre el movimiento campesino y el estudiantil, el análisis de la realidad hecho por el grupo guerrillero, el entrenamiento militar de éste, la preparación inmediata, el ataque, la persecución a los sobrevivientes y la secuela del movimiento en el Grupo Popular Guerrillero Arturo Gámiz, de 1968.

El texto de Dora es una narrativa periodística, muy viva. Una polifonía de los sobrevivientes, sus familias: escritos de los guerrilleros, cartas, documentos, combinados de una manera ágil, creativa que nos presenta las angustias y los dolores de las familias de los guerrilleros, su decisión inquebrantable, su amor por su patria y por los suyos, sus ideales, en contrapunto con la perfidia de los caciques y  latifundistas  y las contradicciones de un gobierno que se dice  de la Revolución, pro  defiende a la clase dominante y cuando hace concesiones es para legitimarse y siempre acude a la represión como alternativa. 

La justicia empezará a llegar a los jóvenes guerrilleros y a sus familias, tanto por el Sitio de Memoria decretado en Ciudad Madera como con el sitio que les hagamos en nuestras memorias y en nuestros corazones. Hacia allá apunta el libro de Dora Villalobos.