El Gobierno de México ha pedido a Donald Trump que quite los aranceles que puso al acero y aluminio hace casi un año durante la reunión del Diálogo Empresarial entre México y Estados Unidos. Graciela Márquez, secretaria de Economía de México, pedía a Wilbur Ross, secretario de economía de Estados Unidos, eliminar estas medidas de Trump.
Hace ya más de un año desde que Donald Trump, presidente de Estados Unidos, decidiera imponer sus políticas arancelarias: empezando por el acero y el aluminio, estas materias primas y los productos que las utilizan para su fabricación, tendrían aranceles en Estados Unidos. Es decir, los productos con estas materias primas que llegasen a Estados Unidos del extranjero tendrían que pagar aranceles: por lo que su precio de venta en Estados Unidos sería más alto que los mismos productos nacionales. Con esta medida el presidente de la Casa Blanca tenía como objetivo proteger la producción y el empleo de Estados Unidos: una medida proteccionista que, sin embargo, ha generado muchos problemas.
El primero de ellos ha sido la guerra comercial entre Estados Unidos y China: el gigante asiático respondía a los aranceles de Trump con más aranceles, y los dos países entraron en una guerra de aranceles que se ha prolongado en el tiempo. La Unión Europea y sus principales industrias también vieron las consecuencias de los aranceles de Trump: de hecho, varios países denunciaron la situación ante la OMC, la Organización Mundial del Comercio. Alemania y su industria automovilística han sido las grandes afectadas de la UE por los aranceles de Trump.
Pero México también se ha visto muy afectado por estos aranceles en el acero y el aluminio, concretamente, desde el 31 de mayo de 2018. Esta medida suponía un arancel del 25 % para el acero y del 10 % para el aluminio. Además de los aranceles, el Gobierno de México también estaba preocupado por otros temas: los cierres parciales y la reducción de personal de Estados Unidos en los cruces fronterizos con México, como consecuencia del endurecimiento de la política migratoria de la Casa Blanca.
Márquez le pidió a Ross una solución inmediata para que esta medida arancelaria deje de perjudicar las exportaciones de México. Pero México no es el primer país que pide soluciones, la Unión Europea y Canadá, además de denunciar la situación ante la OMC, también intentaron negociar con el Gobierno de Estados Unidos, pero de momento los aranceles de Trump siguen ahí.
La industria automovilística es la peor parada ya que para la fabricación de estos vehículos hace falta aluminio y acero. A nivel mundial, las empresas de vehículos han visto afectados sus beneficios. Tal es la situación que muchos inversores se centran en otras materias primas en el trading, pues el acero y el aluminio tampoco pasan por su mejor momento en el trading.
