INEE pide no convertir reforma educativa en una laboral

Ciudad de México. La presidenta consejera del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), Teresa Bracho González, señaló que ojalá esta administración federal no caiga en la trampa de convertir la reforma educativa en una laboral para satisfacer demandas gremiales, de lo contrario dijo, sería un retroceso.

"El sexenio anterior intentó iniciar una resolución que fuera para beneficio de los trabajadores de la educación y para beneficio de la educación pública de los niños, entonces hay que medir qué tanto se retrocede a algo distinto que es el pasado o se sigue avanzando, si no a la misma reforma que estaba planteada, a una reforma de avance en ese sentido”.

Sobre las aspiraciones de Elba Esther Gordillo Morales, quién afirmó que buscará retornar a la presidencia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), comentó que se debe valorar hacia dónde se está moviendo " y qué tanto es un balance de fuerzas al interior del sindicato y qué tanto es una medida de fuerzas con el Gobierno federal”.

Durante la mesa de análisis "Perspectivas de la política educativa en México", encabezada por la consejera presidenta, el coordinador del Comité Técnico de la Red de Políticas Públicas de la Universidad de Guadalajara, Luis F. Aguilar, afirmó que la educación pública en México es un proceso que ocurre en el entorno de un sistema político con una pluralidad de visiones y aspiraciones, y con una multitud de juegos de poder.

El académico e investigador consideró que la educación pública obligatoria en México, así como opera y así como operará en el corto plazo, es un proceso que es y será resultado de las relaciones políticas y sociales existentes.

En este enfoque, manifestó, la solución de los problemas de la educación pública pasa por la solución de las dificultades sociales: desigualdad, pobreza, dependencia gubernamental de los vulnerables, bajo involucramiento cívico, problemas políticos, ausencia de una visión compartida básica de la vida social, respeto a las leyes, partidización y personalización del poder.

Luego de destacar que la educación será una cuestión irresoluble hasta que los problemas del sistema social y político se resuelvan razonablemente bien, destacó que el problema de la educación va a depender de la solución de los asuntos políticos y sociales, de la creación de un sistema social incluyente y de un régimen democrático funcional. Este ha sido el enfoque de los gobiernos pasados y el más probable en el corto plazo.

Mencionó que existe otro escenario más innovador en el cual la educación pública se convierte en el eje estratégico de la solución de los problemas sociales: desigualdad, pobreza, acceso al empleo, mejores ingresos y desarrollo local y nacional. No es un asunto más entre otros asuntos públicos arcaicos, sino que es el asunto estratégico del futuro.

Fuente: La Jornada

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