Por: Punto...
Mucho ha dado que hablar Kiara, la pequeña jaguar que ayer se volvía a escapar por tercera vez de casa de sus dueños en el Fraccionamiento Misiones y atacaba a un trabajador, en el sentido si un animal exótico y en peligro de extinción debía estar o no -más allá de permisos de las autoridades federales- en un entorno urbano y rodeado de personas. Pero nada se ha dicho de un tema trascendental e igual, si no más grave.
Y es que al margen de otros debates que dejamos para otros foros, según comentan desde dependencias oficiales, la pequeña jaguar Kiara está mutilada -se desconoce el momento en que sucedió y quién sería el autor- ya que le quitaron los colmillos y las garras.
Un hecho que no llenará portadas de medios de comunicación, pero que constituye un gravísimo caso de violencia animal con el afán de propiciar las condiciones para que un animal que debería haber crecido y vivir en su entorno natural, se adaptara a un entorno urbano cual animal doméstico.
Y por si fuera poco, ahora que se supone que la Semarnat y la Profepa por el momento la resguardaron en el Zoológico de Aldama, la mutilación anteriormente referida impediría que la pequeña jaguar fuera devuelta a su hábitat natural porque sin garras ni colmillos dificilmente se podría defender, independientemente y sin obviar que el principal enemigo para estas especies no son precisamente las animales, sino el hombre, ante el cual ni las garras ni los colmillos sirven de nada.
Con todo esto no se pretende establecer un posicionamiento sobre si Kiara debe o no estar en la ciudad, sobre su docilidad o agresividad, sino sacar a relucir un aspecto que se está escapando de los focos y que correría el riesgo de ser invisibilizado.
Este caso vuelve a poner en la palestra el caso de una tienda de Chihuahua que vende éste y otros tipos de animales exóticos -incluidos en peligro de extinción- con toda clase de permisos para comodidad del compradro y ante la permisividad de aturidades como la Profepa y la Semarnat pues por casi todos es conocido el caso y se publicitan sin esconderse en las redes sociales.
