Ciudad de México. - La 91 edición de los premios Oscar es una realidad. La cuenta regresiva está activada y en cuestión de horas se sabrá si los mexicanos hacen historia al llevarse alguna de las diez estatuillas por las que compite la película Roma, de Alfonso Cuarón, como la de Mejor Director y Mejor Película, hecho que sería histórico al ser la primera hablada en español –y una parte en mixteco– que obtendría tal galardón.
De ganar, la imagen de un equipo, en su mayoría mexicano, cerrando la noche del Oscar, pasará a los libros de historia de México y el mundo.
Nombres como el de Marielle Heller que estuvo detrás de ¿Podrás perdonarme?, Josie Rourke, directora de Las dos reinas (Mary Queen of Scots), Karyn Kusama, de Destrucción (Destroyer), y Debra Granik, de Sin rastro (Leave no Trace) no fueron contempladas en las nominaciones, a pesar de que sus filmes tuvieron gran aceptación de la crítica y la audiencia.
Este escenario de “inclusión a medias” se da justo un año después de que muchas mujeres del gremio se unieron para pedir mayor inclusión, respeto y pago igualitario en la industria cinematográfica que suele pagarle más a los hombres que a las mujeres.
Esta presencia femenina venía arropada por los movimientos Time’s Up y Me Tooque se dieron en Hollywood en contra del acoso sexual y que tuvieron resonancia a nivel mundial, luego de una serie de denuncias de actrices que revelaron situaciones de acoso o violencia de género para obtener algún personaje.
Este año también se rompió la tradición de contar con un anfitrión. A lo largo de las tres horas y media que durará la ceremonia, varios actores serán quienes presenten las distintas categorías. Esto se debe al deseo de la Academia por renovarse y darle un aire más fresco al Oscar tomando en cuenta que en 2018, cuando el anfitrión fue el conductor Jimmy Kimmel, se registró el peor rating de los últimos 40 años, pues la ceremonia fue vista sólo por 26.5 millones de personas a nivel mundial.
Antes de la toma de decisión de no contar con un anfitrión, la Academia había elegido al actor y comediante Kevin Hart como conductor principal. Sin embargo, debido a sus publicaciones en Twitter de carácter homofóbico entre 2009 y 2011, él decidió –o fue presionado– a declinar la invitación.
En esta entrega, que se realizará en el Teatro Dolby de Los Ángeles, se espera un acto especial de los actores de la franquicia Los vengadores, de Marvel, la música de la banda británica de rock Queen y también del ex integrante de American Idol, Adam Lambert.
Uno de los cambios que los miembros de la Academia quisieron implementar, pero que fue echada para atrás, fue la entrega de premios en los cortes comerciales de las categorías de Fotografía, Edición, Cortometraje y Maquillaje.
Según John Bailey, presidente de la Academia, la decisión se había tomado para acortar la ceremonia. Sin embargo, los cineastas se manifestaron en contra de tal decisión como Spike Lee, Alfonso Cuarón, Martin Scorsese, Quentin Tarantino, Damien Chazelle, Cary Joji Fukunaga y Ang Lee, entre otros, y firmaron un documento en el que le pedían a la AMPAS que recapacitara, pues tales rubros son fundamentales en su labor. Al final, las 24 categorías serán transmitidas.
Fuente: Excelsior