El primer mensaje de Andrés Manuel López Obrador como presidente de la República de los Estados Unidos Mexicanos tuvo un alto componente político y una alta crítica tanto al régimen neoliberal como a los gobernadores que le antecedieron y a la institucionalización que hicieron de la corrupción desde el poder. Uno de los dardos más envenenados fue el lanzado al anunciar que su gobierno no endeudará más a México y no dejar pasar la ocasión para exhibir en qué medida endeudaron al país Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña.
"Que se oiga y se oiga lejos, tampoco vamos a endeudar al país", empezó señalando López Obrador en este punto de su mensaje.
"Cuando terminó el sexenio del presidente Fox, la deuda pública era de 1.7 billones, cuando dejó el gobierno Calderón aumentó a 5.2 billones, (...) más de 200%, y en esos dos sexenios fue cuando se recibió más dinero por la venta de petróleo al extranjero y todo se derrochó o se fue por el caño de la corrupción", prosiguió.
"Ahora la deuda es de 10 billones, nada más para pagar el servicio de esa enorme deuda tenemos que destinar del presupuesto del año próximo alrededor de 800 mil millones de pesos", concluyó dando una magnitud del lastre heredado por su gobierno.
