Por: Martha Idaly Retana Reyes
Una rápida película a blanco y negro, una "y" griega con movimientos absurdos me advierte de algo, no presto atención, la intuición sabor a sal y sudor.
Un cuadro en blanco, una voz, los errores astrales de conexión titubean su naturaleza.
Tu a cuadros, jugando, revoloteando entre curvas, sonidos, olas y nubes. Pintas con tus palabras un suave eco sobre un lienzo desgastado en acuarelas y óleo, un guión se escribe sin palabra alguna, tonos azules fluyen como torrentes de agua hirviendo.
Años despuntan en una espera sublime y un dulce hasta luego.
Primera llamada, primera... éxtasis, risas, sueños y viajes.
Segunda llamada, segunda... amor, esperanza, compromiso, fe.
Corres desesperado por aceptar tu realidad, luces ciegan tus ojos y te aferras a una realidad airosa, sureña en soledad.
Te veo claramente, vas y vienes, como un espectadora incrédula del éxito de la obra, ahí estás como si me vieras.
Tercera llamada... tercera... comenzamos:
–Bienvenido.
Destellos cafés y aventuras abundan, tú, tu canción favorita, tu luz perfecta.
http://elbrevesuspiro.blogspot.com/