Promueve Coepi actividades que garantizan goce de sus derechos humanos a menores de asentamientos indígenas


-         Durante más de 7 semanas, 80 menores disfrutaron de clases de natación en forma gratuita para contribuir a cerrar brechas existentes en bienestar y desarrollo humano

 -         Se brinda acceso a actividades que promuevan el desarrollo anímico, físico y sociocultural de niñas y niños de los pueblos originarios

 
Chihuahua.- El programa interinstitucional Napawika Nochaba (Trabajando juntas y juntos) que dio inicio el año pasado en el asentamiento El Oasis, ha replicado sus esfuerzos mediante la realización de talleres, actividades culturales, deportivas, lúdicas y recreativas, así como acciones de prevención de las adicciones, en favor de niñas, niños y adolescentes de los asentamientos de la ciudad.

Lo anterior a fin de garantizar el pleno goce y ejercicio de los derechos humanos a menores de los diversos asentamientos indígenas, y que ha generado la posibilidad de apropiación de espacios públicos, históricamente de difícil acceso para la población indígena infantil y juvenil.

Gracias al trabajo que en forma conjunta se realiza con diferentes instituciones gubernamentales, se han podido concretar cursos y talleres para las comunidades indígenas, así como clases de natación que durante más de 7 semanas disfrutaron 80 menores de los asentamientos El Oasis, Pájaro Azul, Pino Alto, Carlos Díaz Infante y Carlos Arroyo.

Instructores profesionales de las instalaciones del Parque Acuático de la Deportiva Sur, impartieron estas clases de natación, que según el testimonio de las y los participantes, es una actividad que les representa nuevas posibilidades de aprovechamiento de su tiempo libre, para divertirse de forma sana, lo que promueve el desarrollo anímico, físico y sociocultural de este sector de la población.

Para Oziel, niño indígena del asentamiento Sierra Azul, asistir a una alberca es una experiencia única que lleva a cabo por primera vez, por lo cual expresó que la disfrutó al máximo.

“Nunca había venido a una alberca y menos había tenido una clase de cómo nadar. Al principio tenía mucho miedo, pensaba que me iba ahogar, pero los maestros siempre estuvieron apoyándonos y además jugando con nosotros. Ya espero el próximo año para seguir divirtiéndome en el agua”, comentó. 

Asimismo, Diego del asentamiento indígena Carlos Arroyo, quien a sus cortos 7 años de edad presumió en la alberca sus clavados y “busitos”, aprendidos durante estos cursos, indicó  “yo estoy muy feliz aquí en el agua, se siente muy bonito y me gusta mucho venir con mis amigos y jugar carreras. Casi nunca les ganó, pero me divierto mucho”.

Por su parte, Brígida, integrante de la comunidad Rarámuri del asentamiento Carlos Díaz Infante, comentó que lo que más le divierte es aprender cosas nuevas y ayudar a los demás con las actividades. “Antes no sabía nadar, nunca había venido a una alberca, pero ahora ya puedo hacer hasta un clavado. Ayudo a las otras niñas a aprender, porque es más fácil cuando alguien te apoya”, agregó.

Para la COEPI, garantizar el pleno ejercicio de los derechos de niñas, niños y adolescentes indígenas, a través del establecimiento de bases generales para la participación de todas y todos, contribuye a disminuir las brechas existentes, en materia de bienestar y desarrollo humano, en temas fundamentales como son la igualdad, identidad, la no discriminación, salud, participación, educación, así como el descanso y el esparcimiento.

El objetivo de estas clases, llevadas a cabo en coordinación con el DIF Estatal, es garantizar a niñas y niños el acceso a actividades que promuevan su desarrollo anímico, físico y sociocultural.

Además, previamente se hizo entrega a las y los beneficiarios, del equipo necesario para las clases, como traje de baño, gorra, goggles y sandalias, a fin de cumplir con las normas de seguridad de la alberca y brindar bienestar y protección a las y los menores.

De igual manera, personal de la COEPI realizó un convivio al finalizar las clases, en el cual las y los menores disfrutaron de las instalaciones de la Deportiva Sur.

Esto abona en la búsqueda de políticas más incluyentes, para que integrantes de los asentamientos y colonias indígenas, tengan igual acceso que los demás niños y niñas, a la participación en actividades lúdicas, recreativas, de esparcimiento y deportivas, en un clima favorecedor de la sana convivencia, para alcanzar el pleno desarrollo. 

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