Chihuahua, Chih.- Más de 60 organizaciones de la sociedad civil y funcionarias y funcionarios suscriben una carta enviada a la directora de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) en México, Elizabeth Warfield, externándole abiertamente su preocupación y desacuerdo ante el hecho de que la foránea Fundación IDEA, con sede en la Ciudad de México, y no organizaciones locales, haya sido la beneficiada con la licitación para la implementación del proyecto para la Prevención y Respuesta a los Delitos de Feminicidios “con especial énfasis en Chihuahua” y la aportación de 2 millones 250 mil dólares destinada a éste. Si bien agradecen el interés de este organismo norteamericano a contribuir a esta incansable lucha en la que muchas de ellas llevan hasta por tres décadas, lamentan “que USAID haya desestimado la capacidad de agencia de cientos de mujeres organizadas que hemos trabajado desde la primera línea, fuera de los escritorios, en las fosas, en los juzgados, en las calles, en las escuelas, en el congreso, en las maquiladoras, en oficinas gubernamentales y en todos los lugares donde se necesita incidir para prevenir la violencia de género y los feminicidios”. Las organizaciones y funcionarios inconformes con que la elegida sea una fundación del centro de la República trasladan a la USAID recomendaciones como que los proyectos para erradicar la violencia de género y feminicidios deben ser abordados por organizaciones que tengan una visión feminista y con una trayectoria comprobada en el tema de derechos humanos de las mujeres, así como que el gobierno de Chihuahua, debe ser ampliamente consultado y que la consulta real con organizaciones locales de mujeres es un paso fundamental para no perpetuar relaciones desiguales de poder y de subordinación de las mujeres.
A continuación la carta remitida a la directora de USAID:
Chihuahua, Chih. México. Agosto 27, 2018-08-27
Estimada Señora Warfield:
Directora de USAID/México
Las organizaciones firmantes mostramos nuestra preocupación y desacuerdo con la elección de la organización que obtuvo el financiamiento de 2.25 millones de dólares en el marco de la convocatoria No. 72052318RFA00002 para implementar el proyecto para la prevención y respuesta a los delitos de feminicidios, con énfasis en el estado de Chihuahua, licitado recientemente por USAID.
Celebramos el interés de USAID para contribuir a terminar con la violencia de género y mejorar el acceso a la justicia para las mujeres en Chihuahua. Las personas y organizaciones de mujeres chihuahuenses firmantes tenemos una amplia trayectoria reconocida por el gobierno, la sociedad civil, pero sobre todo por las víctimas y sus familias con quienes hemos trabajado estrechamente desde hace más de tres décadas. Por ello, nos complace el interés de organizaciones nacionales e internacionales para sumar esfuerzos y resolver esta grave problemática que vivimos las mujeres en Chihuahua.
A pesar de las dificultades a las que nos enfrentamos cotidianamente para realizar nuestro trabajo, incluida la discriminación, la violencia y el asesinato de compañeras que han luchado contra los feminicidios como el caso de Marisela Escobedo en 2010, desde las organizaciones locales hemos hecho un gran trabajo que ha logrado cambios institucionales significativos.
Primero, documentamos los feminicidios y generamos conciencia a nivel nacional e internacional sobre esta grave problemática, a través de marchas y manifestaciones, recorriendo cientos de kilómetros y colocando enormes símbolos como la cruz de clavos para visibilizar este fenómeno en el país y exigir justicia. También lo hemos hecho a través del litigio y otras estrategias de incidencia. Como resultado de este trabajo, Chihuahua cuenta con más de 400 recomendaciones de organizaciones nacionales e internacionales en esta materia, y una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos por el caso de feminicidios del Campo Algodonero en Juárez.
Algunos de los cambios legislativos, institucionales y de políticas públicas para prevenir y responder a los feminicidios que hemos logrado son ampliamente reconocidos: la incorporación de consideraciones de género en la legislación local durante la reforma al sistema acusatorio y más recientemente la tipificación del feminicidio; la puesta en marcha de centros de justicia para mujeres cuya idea surge de las organizaciones de Chihuahua y después retoma la federación para hacerlo política pública nacional; las modificaciones institucionales para crear unidades especializadas y fiscalías que atiendan los feminicidios y la violencia de género, así como la metodología y capacitación en género con expertas/os de agencias de Naciones Unidas y de organizaciones feministas internacionales para operadoras/es de justicia.
En este sentido, lamentamos que USAID haya desestimado la capacidad de agencia de cientos de mujeres organizadas que hemos trabajado desde la primera línea, fuera de los escritorios, en las fosas, en los juzgados, en las calles, en las escuelas, en el congreso, en las maquiladoras, en oficinas gubernamentales y en todos los lugares donde se necesita incidir para prevenir la violencia de género y los feminicidios. Nuestro trabajo y resultados como organizaciones locales han sido reconocidos a nivel nacional e internacional, como lo evidencian múltiples premios a organizaciones locales y a las defensoras de derechos humanos que las integran, así como los propios avances que ha tenido el gobierno de Chihuahua en esta materia.
Externamos nuestra preocupación de que una organización foránea, ajena a la realidad del estado y sin reconocimiento en la comunidad, ajena sobre todo a las luchas y saberes de las mujeres que participamos activamente como sociedad civil chihuahuense en el tema de los feminicidios encabece estos esfuerzos.
Los feminicidios son la forma más extrema de violencia contra las mujeres sustentado por un sistema patriarcal que coexiste con altos índices de impunidad y corrupción que imperan en el país, en donde la violencia contra las mujeres es naturalizada. La violencia de género se basa en relaciones desiguales de poder y discriminación, por eso, cualquier organización que aspire a fortalecer las capacidades en este tema, debe contar con una amplia comprensión y trabajo en la aplicación de la perspectiva de género, el debido reconocimiento a las luchas y experiencias de las víctimas y sobre todo, del contexto local en que se sitúan estas violencias y resistencias.
Consideramos que invisibilizar los conocimientos y la capacidad agencial probada de las mujeres y organizaciones feministas y de derechos humanos de las mujeres de Chihuahua perpetúan las relaciones de poder, el paternalismo, el centralismo y todos los aspectos negativos que desde el feminismo popular y local hemos denunciado como obstáculos para alcanzar la igualdad sustantiva y transformar las políticas.
Ante esta situación, extendemos las siguientes recomendaciones a USAID México con el fin de contribuir a mejorar sus proceso de licitación e implementación de proyectos, e incorporar una visión local y de género:
1) Los proyectos para erradicar la violencia de género y feminicidios deben ser abordados por organizaciones que tengan una visión feminista y con una trayectoria comprobada en el tema de derechos humanos de las mujeres, con una comprensión de la perspectiva de género y experiencia atendiendo las causas y consecuencias de la violencia de género sobre el terreno.
2) Las y los beneficiarios del proyecto, en este caso, el gobierno de Chihuahua, debe ser ampliamente consultado para conocer su experiencia, necesidades y recomendaciones, y mejorar la comprensión sobre el trabajo conjunto con organizaciones locales así como las políticas actuales, los retos y las soluciones que proponen.
3) La consulta real y efectiva con organizaciones locales de mujeres es un paso fundamental para no perpetuar relaciones desiguales de poder y de subordinación de las mujeres. Esto ayudará a comenzar a modificar las creencias estereotipadas que fomentan la discriminación y exclusión de las mujeres y que en sus formas más extremas se convierte en violencia de género y feminicidios.
4) La comprensión y el pulso del contexto local lo tienen los actores locales. Las mujeres chihuahuenses conocen su realidad mejor que nadie. Cuando las beneficiarias principales son las mujeres chihuahuenses, ellas son quienes deben estar en la mesa de decisión--no como receptoras pasivas o desde una posición secundaria- sino como protagonistas de su destino, diseñando las políticas en conjunto con el gobierno, para su propio beneficio. Esto es posible y así lo hemos demostrado las organizaciones locales durante nuestra amplia trayectoria trabajando para la prevención y erradicación de los feminicidios en nuestro estado.
5) La difusión de las convocatorias y proyectos se debe realizar de manera amplia entre organizaciones locales que trabajan en el tema, a través de medios de comunicación y redes de las organizaciones, para impulsar el ejercicio del derecho a la participación e información. Así como la información y posible vinculación entre los proyectos apoyados por USAID, que trabajan en Chihuahua como entidad objetivo.
Esperamos que estas recomendaciones que emanan desde la experiencia y el saber local de las organizaciones de mujeres sea valorado. Finalmente, solicitamos amablemente copia del proyecto que busca implementarse en beneficio de las mujeres en Chihuahua.
Firman
Por el Movimiento Estatal de Mujeres
Abogadas demócratas, Rosa María Sáenz Herrera
Casa Amiga Esther Chávez, Cano Lidia Cordero
Centro de Atención a la Mujer Trabajadora de Chihuahua, Martha González Rentería
Círculo de Estudios de Género, Estela Fernandez Hermosillo
Compañeros, María Elena Ramos
Ecos de Mirabal, Dora Villalobos Mendoza
Fátima IBP, Sara Quiriarte Q.
Grupo feminista Ocho de Marzo, Elvira Villareal
Grupo Promotor de los Derechos Políticos de las Ciudadanas, Blanca Gamez Gutierrez
Justicia para Nuestras Hijas, Norma Ledezma
Mujeres por México, Yolanda Vazquez
Organización para la defensa del patrimonio familiar y de los derechos humanos, Isabel Encerrado
Red por la Participación Ciudadana, Francisca Jimenez Barrientos
Red Mesa de Mujeres, Imelda Marrufo
Organizaciones y personas aliadas
Alianza Sierra Madre
Alberto Rodriguez
Ana Juárez
Barzón Chihuahua
Consultoría Técnica Comunitaria
Cosyddhac
Derechos Humanos Integrales en Acción A.C.
Dania Alderete
Diana Villalobos
Dra. Victoria Chavira Rodriguez
Grupo de Danza y Teatro Campobello IASP
Grupo El camino Organización Popular Independiente
Instituto de psicología forense
Instituto Regional de Estudios de la Familia IREFAM
Kiriarki Orpinel
Mukira, Justicia Género y Buenas Prácticas Silvia Holguin
Movimiento igualitario LGBTTTI
Padre Camilo Daniel Pérez, Párroco de Madera
Sin Violencia Elia Orrantia
SISEX A.C.
Tertulianas Feministas de Chihuahua
Tierra Nativa
Unión campesina democrática
Ventanas de Esperanza
Funcionarias y funcionarios públicos que suscriben a título personal
Alma Gómez Caballero
Angelina Yadira Aguirre Nájera
Argelia López Valdez
Bertha Elena Delgado Caballero
Blanca Gámez Gutiérrez
Catalina Castillo
Claudia Arlett Espino
Ema Saldaña Lobera
Erika Mendoza García
Irma Villanueva
Lucía Chavira Acosta
Luz Estela Castro Rodríguez
Martha Graciela Ramos Carrasco
María Elena Cárdenas Méndez
María Isabel Encerrado Trevino
María del Pilar Rivero Tovar
María Hilda De La Vega Cobos
Paola Contestabile Frayre
Patricia Borunda Lara
Rosina Uranga Barrí
Teresita de Jesus Terrazas Barrón
Verónica Rodríguez López
Victor Quintana Silveyra
Wendy Paola Chávez Villanueva