- La chihuahuense llegó hasta la etapa final pasando por encima de varias favoritas en la categoría menor a 65 kilogramos estilo libre
Chihuahua.- La chihuahuense Denisse Andrea Alarcón se quedó con la medalla de bronce, la cuarta en su corta carrera, en las luchas asociadas categoría juvenil menor a 65 kilogramos estilo libre, de la Olimpiada Nacional y Juvenil Nacional 2018, que se disputa en la ciudad de Querétaro.
Al terminar su participación, por la mente de Denisse atraviesan los sacrificios familiares, la distancia que a diario recorre de la salida a Ciudad Juárez para llegar al Gimnasio Rodrigo M. Quevedo. Esos 40 o 50 minutos que emplea para trasladarse a su espacio de entrenamiento, los aprovecha para llenar su cabeza de nuevos objetivos como luchadora, repasar lo que ha logrado como hija, hermana y deportista, así como para valorar su disciplina y familia.
Ganar una medalla nacional no es sencillo, pero la gladiadora de 19 años lo ha conseguido, extendiendo la cosecha de metales para Chihuahua en el Nacional Juvenil de Luchas Asociadas que se desarrolla en el Auditorio “General José María Arteaga”.
Asegura que es un choque de sentimientos, pues, aunque el metal no es del color que deseaba, tiene un valor especial: el valor de la motivación.
Denisse cayó en su primer compromiso del Grupo B ante la sonorense Ángela Torres, pero el deseo de ver el brillo del oro, hicieron que se impusiera a Melissa Moreno, de Chiapas, asegurando su lugar en la siguiente ronda.
Una vez instalada en la semifinal, el cruce de posiciones le puso frente a un nuevo reto: Atzimba Landaverde, de Querétaro, la favorita para el título. Denisse echó mano de todo su talento y fuerza pero fue superada 10-0.
La cuarta presea de bronce en su cuenta personal cuelga de su cuello tras siete años representando a Chihuahua en la Olimpiada Nacional y Nacional Juvenil.
El oro fue para la queretana Landaverde Moreno y la plata para la sonorense Ángela Torres.
La deportista originaria de la capital recuerda que fue la preocupación de su padre, Marcos Alarcón, porque no la molestaran a ella y a su hermano, la que hizo que abrazara este deporte a los 11 años de edad. Aunque en un principio no era de su agrado, los entrenamientos, la disciplina y las técnicas aprendidas la llevaron a dedicarse de lleno a él, dejando de lado el boxeo.
“Mi papá siempre quiso que fuera ruda, que supiéramos defendernos para que no abusaran de nosotros, metió primero a mi hermano y después a mí, al principio no me gustaba, fui dejando de entrenar, pero después lo extrañaba y ya no podía dejar de entrenar”.
Celebró que cada vez la disciplina genere mayor interés en las mujeres, quienes han demostrado que no son el sexo débil y de paso desmitifican que es exclusiva de los hombres.
“Estuve tres meses en el box pero no me atrapó, no me adapté, en cambio la lucha es un deporte muy bonito, desarrollas mucha fuerza, mucha resistencia, cardio, agilidad, velocidad, es un deporte muy completo, muy bonito y te ayuda a hacer amistades muy bonitas que te fortalece y te motiva a seguir adelante”.
Denisse Andrea no se desanima, asegura que la medalla representa una motivación para seguir evolucionando y alcanzar el sueño de ser seleccionada nacional; le emociona poder portar los colores verde, blanco y rojo en torneos internacionales y Juegos Olímpicos. Para ella su tope es ser la mejor.
“Sería muy padre, un logro personal como pocos que espero cumplir pronto, para ser la mejor se necesita ser constante, entrenar, actitud y esfuerzo, para eso entrenamos todos los días”.