Ciudad de México.- Racismo. El diccionario define a esta palabra de la siguiente forma: “Ideología que defiende la superioridad de una raza frente a las demás y la necesidad de mantenerla aislada o separada del resto dentro de una comunidad o un país”.
El racismo ha sido un poblema cultural que existe desde hace siglos en todos los estratos de la sociedad, siendo el deporte, el futbol para ser más específico, y siendo México un oasis en el desierto, ya que durante mucho tiempo estas manifestaciones se dieron de forma aislada.
Hasta 2015, año en el que el racismo invadió la Liga MX con sendos casos que se dieron en el terreno de juego, en los vestidores, en las oficinas y hasta en las tribunas, teniendo a la Federación Mexicana como una autoridad que sólo fue testigo de los hechos.
”El racismo no existe [en el futbol mexicano]. Este es un país que recibe con los brazos abiertos y trata por igual a todos. Trabajamos con los clubes para concientizar sobre el tema e invitamos a la afición que cuando alguien emita este tipo de insultos, lo señale para que los clubes y la Liga actúen al respecto”, dijo Enrique Bonilla, presidente de la Liga mexicana.
Mas la realidad ha sido otra, porque durante este año, los casos se han multiplicado, quedando la investigación de muchos de éstos en el aire. Wilner Metelus, presidente del Comité Ciudadado en Defensa de los Naturalizados y Afroamericanos, ha denunciado que la FMF, “solapa el racismo. Es una vergüenza que los insultos que se profieren digan que son casos aislados”.
El activista solicitó una reunión con autoridades de la Federación, la cual no se produjo, pero sus ideales lo llevaron hasta la Cámara de Diputados para echar a andar un proyecto antirracismo que va desde concientizar a la niñez, a la afición y hasta endurecer las penas cuando se presenten estos casos.
Durante 2015 hubo diferentes hechos racistas en los estadios del futbol mexicano, como los gritos de “simio” al americanista Darwin Quintero en la casa del Toluca; las burlas de los jugadores de Pachuca al árbitro Adalid Maganda y los insultos del directivo de Puebla, Álvaro Flores, al colombiano Efraín Cortés.
Fuente: El universal