Chihuahua, Chih.- La sorpresiva renuncia del jefe del Departamento de Recursos Humanos de la Secretaría de Educación, Ricardo Miguel Martínez Moreno, después de que la Secretaría de la Función Pública, en base a una denuncia particular, le solicitara información sobre el manejo de las compensaciones y éste de forma explícita las reconociera, sería sólo la punta del iceberg, según sectores magisteriales, de los manejos en la SEyD, apuntando que con este caso se pasó del plano de los señalamientos públicos al reconocimiento de la corrupción. Preguntado a este respecto, el titular de la Coordinación Jurídica de la SEyD, Fernando Robles Velasco, aseguró que tras recibir el oficio de la SFP atendieron el caso y el implicado de forma voluntaria decidió renunciar. Asimismo, aseguró que inmediatamente se reunió con el subsecretario de Administración y Planeación del subsistema estatal, Alfredo Attolini Pesqueira, y su director administrativo, Aldo Enrique Cuevas, quienes le aseguraron que "claro que no" estaban al tanto de estos manejos discrecionales de las compensaciones y que "a lo mejor el error era dejar en manos del que estaba frente a este departamento el manejo de las compensaciones".
Robles reconoció que en lo personal recibió como "un balde de agua fría" la renuncia y reconocimiento de los hechos por parte de Ricardo Martínez y que no se lo esperaba que pudiera haber llevado a cabo y operado esas irregulares.
Confirmó que el caso se destapó por la denuncia interpuesta ante la Función Pública por una persona que tenía dudas respecto a su compensación en cuanto al monto que se le pagaba, ya que Ricardo Martínez se le daba en efectivo, lo cual le generó suspicacias, y al pedir información se movió a la estructura de la Secretaría de Hacienda y se comprobó que se le estaba pagando una cantidad distinta a la que le correspondía y que Martínez supuestamente endolsaba los cheques para cobrarlos.
"Tan no lo estamos tapando a nadie que se le aceptó la renuncia", afirmó el titular del Jurídico, quien precisó y recoró que lo único con lo que contaban ellos era un escrito de la Función Pública en torno a una petición de información sobre un hecho denunciado y que "moverlo por un escrito podría ser un despido injustificado", por lo que la renuncia fue por lo pronto una primera buena medida para atacar la situación.
Robles reconoció que la lógica invita a pensar que esta irregularidad no se habría dado únicamente en el caso denunciado y que destapó el manejo, si bien aunque tan sólo fuera uno debían atenderlo.
"Nos damos cuenta que a lo mejor hay contenido, tal vez", refirió, externando que tras preguntarle directamente cara a cara a los superiores de Ricardo Martínez, tanto Alfredo Attolini como Aldo Cuevas negaron estar enterados enterados de la forma en que se estaban manejando las compensaciones.
Robles manifestó que deberán entrarle a este tema hasta llegar hasta las últimas consecuencias, y "ya les dije para mí es muy grave tanto como asuntos de corrupción y desvíos de dinero".
"Me extrañó mucho el tema nunca hubiera imaginado que alguien en la Secretaría haciendo cosas de este tipo", prosiguió, exhortando a que si alguien tiene los elementos de que gente más arriba de Martínez había dado esa instrucción o estaban enterados, lo hagan inmediatamente de su conocimiento.
Enfatizó que "por ningún motivo" van a permitir algo que "huele a la corrupción o modus operandi que día con día estamos tratando de eliminar, no podemos quedarnos de brazos cruzados".
