Por: Miguel Ramírez Ochoa
Carta abierta al Lic. Fernando Álvarez Monje
Presidente del Comité Directivo Estatal del PAN
Chihuahua, Chih.
La presente misiva es con el objetivo que usted se dé cuenta sobre las irregularidades que ha cometido Nadia Xóchitl Siqueiros Loera, diputada por el Distrito 12.
Al norte de la ciudad hace suma falta una guardería que dé alojo a numerosos niños, hijos de madres trabajadoras, así como un dispensario médico que funcione las 24 horas del día, propiamente en la colonia Riberas de Sacramento.
Ha sido una constante, en cada campaña política, que los candidatos se “comprometen” a gestionar recursos para la construcción de estos servicios, y cuando llegan al poder, tanto en el Congreso del Estado como en la Presidencia Municipal, olvidan sus promesas de campaña. Así ocurrió en las dos legislaturas y alcaldías pasadas con los diputados y ediles del PRI.
Pero la sorpresa fue que en las elecciones del 2016 hacia el Congreso del Estado, Alcaldías y Gubernatura, el Partido Acción Nacional (PAN), que usted dirige –no sé si acertadamente–, postuló a una ciudadana que no tenía militancia política en esos momentos, ni preparación académica… Me refiero a la actual diputada panista Nadia Siqueiros Loera.
En un mitin celebrado el 27 de mayo del 2016, en la plaza de Riberas de Sacramento, la entonces candidata por el Distrito 12 se ganó a los moradores del lugar, afirmando que ella sí entendía a las madres trabajadoras por ser ella misma mujer, y que gestionaría la guardería junto con el dispensario.
Jamás hizo tales cosas, al contrario, hasta se acabaron las despensas y cobijas que antes se repartían en todo el distrito, al norte de esta capital; mas queriendo tapar el sol con un dedo frente a los reclamos, el día 28 de noviembre del año pasado, la señora diputada gestionó una “guardería” ubicada en el interior de un templo cristiano, de nombre “La Victoria”.
A ese evento se le denominó “Segundo Centro de Cuidado Infantil Victoria”, para niños de 4 a 12 años, “gestionados para mi Distrito 12”, rezaba la nota en el muro de Internet de la legisladora.
Lo execrable del caso es que el pastor de esa secta-templo es Jacob Rivera, quien ha sido un vividor de diezmos y mercader de conciencias; su padre, que también fue ministro cristiano en el mismo templo, se propasó lascivamente con varias congregantes.
Así, la diputada panista estuvo apoyando a ese pseudo líder religioso, cuando él y su padre se aprovecharon de la ingenuidad de colonos para construir el templo “La Victoria”, de rito pentecostés, con mano de obra gratuita.Y el ministro, que también carece de preparación académica y teológica, pretendía cobrar los servicios de guardería que a los moradores de Riberas de Sacramento no les concierne en beneficio colectivo.
Lo lamentable de esta situación es que Nadia se ganó, de oquis, a las mujeres que, en suma con todos los habitantes de ese distrito, derrotaron por 17 mil votos al PRI, ¡y todo para obtener un escaño en el Congreso para su disfrute particular!
Finalmente, qué lamentable sería que usted y su Comité Directivo Estatal postularan nuevamente a la legisladora en mención, quien apoyó a rufianes, como el caso del inculto pastor.
E igual ocurre con el grupo civil #SomosmasD3, quien ya sostiene una campaña pública en contra de la reelección de los diputados panistas Jesús Valenciano, Jorge Soto y Miguel Vallejo, quienes también traicionaron a la ciudadanía que los apoyó.
Miguel Ramírez Ochoa
(Profesor y escritor)