La mayoría de las personas asocian dinero y deporte a los futbolistas, sobre todo a futbolistas de alto nivel como Cristiano Ronaldo, Lionel Messi y a las grandes fortunas arábigas, rusas y estadounidenses que controlan la élite futbolística europea.Crean o no el paradigma está cambiado de forma silenciosa, ya que el jugador más rico del mundo pertenece a la familia del Sultán de Brunei. El protagonista en cuestión es Faiq Bolkiah -sobrino del Sultán de Brunei, Hassanal Bolkiah- poseedor de una fortuna tasada en 20 mil millones de dólares, una cifra abrumadora que más de uno se queda aturdido al oírla.
Alguien se preguntará: ¿De que sirve tener tanto dinero? Principalmente para hacer lo que te de la gana. Una de las excentricidades del futbolista es tener como mascota a un tigre y poder divertirte jugando al fútbol con el felino. Su padre, Jefri Bolkiah, -poseedor de al menos 2300 coches- tampoco se queda atrás, porque según fuentes británicas gastó en su quincuagésimo cumpleaños alrededor de 14 millones de euros al contratar a Michael Jackson para un concierto privado con su familia.El joven futbolista actualmente juega en las categorías inferiores del equipo inglés, Leicester. Pero no todo es oro lo que reluce, ya que llegó siendo un muchacho al AFC Newbury al sur de Inglaterra.
A partir de aquí empezó a ir despuntando. En 2009, la prestigiosa academia del Southampton se fijó en el bruneano, pero no le ofrecieron ningún contrato para quedarse. Poco después, en 2013, el Arsenal le ofreció una prueba para entrar en la disciplina del club. Con el conjunto 'gunner' jugó ese mismo año la Lion City Cup donde hizo un gol.
Varios clubes se fijaron en él, pero el gato al agua se lo llevo el equipo londinense, Chelsea, que le ofreció un contrato por dos años que sin duda acepto. Sin embargo, el joven extremo dejó las instalaciones del club 'blue' para firmar con los 'foxies' por tres años.Bolkiah que nació en Los Ángeles, Estados Unidos, decidió jugar con la selección de fútbol de Brunei. A pesar de su juventud y precocidad ya ha sido nueve veces internacional con su país, donde tiene en su haber un gol. Aunque muchos crean lo contrario, el atacante de 19 años es un chico "humilde" que agradece a sus padres todo el apoyo y la preparación, tanto psicológica como física, que siempre le han enseñado para alcanzar su sueño, ser futbolista.
Fuente: marca.com