Once clínicas de la Sierra sin servicio médico por narco

* Autoridades de salud reconocen que hay al menos 11 clínicas cerradas en cinco municipios, donde han aumentado los enfrentamientos entre cárteles rivales.

Gómez Farías, Chih.- Desde hace una semana, al menos ocho comunidades en cinco municipios de la zona serrana de Chihuahua no cuentan con servicios médicos.

El hospital comunitario y más de una decena de centros de salud cerraron por temor al crimen organizado que azota la región; dos grupos delictivos se disputan la plaza y en semanas recientes la violencia se ha recrudecido.

Los constantes enfrentamientos también han provocado que estas bandas delincuenciales se lleven a la fuerza a doctores para atender a sicarios heridos, situación recurrente y hasta añeja en la Sierra, según recuerdan pobladores de esta zona, e incluso los propios médicos.

La última balacera se desató la madrugada del miércoles 8 de noviembre aquí, en el municipio de Gómez Farías. Luego del intercambio de disparos, uno de los comandos prendió fuego a un par de vehículos y enseguida se dirigió al centro de la ciudad, donde incendió al menos cuatro viviendas que la fiscalía del estado identificó como casas de seguridad y narcotienditas.

Los sicarios no habían terminado todavía: encapuchados y portando armas largas, irrumpieron en las casas de tres pobladores y se los llevaron. Al huir dispararon contra las viviendas y vehículos, relatan familiares de los desaparecidos.

Una de las personas que se llevaron fue el doctor Blas Juan Godínez Loya, director desde hace 16 años del hospital comunitario de Gómez Farías, el más importante de la zona y que atiende a pobladores de cuatro municipios.

Un día después, este nosocomio cerró porque “no podía garantizar la seguridad de su personal”. Los centros de salud del municipio tampoco abrieron.

Cabeceras municipales y localidades en Ignacio Zaragoza, Namiquipa, Madera y Bachíniva también cerraron.

Los doctores de la región serrana de Chihuahua contabilizan, además del hospital comunitario, 16 centros de salud sin actividades. El gobierno estatal, a través de la Secretaría de Salud, reconoce el cierre de 11 y asegura que “en los próximos días” enviará a esas comunidades unidades médicas móviles que estarán resguardadas por la Fiscalía estatal.

Pero ese no es el único problema. En Gómez Farías fueron retirados los cuatro pasantes que se encontraban en el municipio realizando su servicio social. Doce residentes también se fueron ya.

El gobernador panista, Javier Corral, ofreció un nuevo proyecto que garantice la seguridad y mejore el salario de los doctores asignados a estos municipios.

Lo cierto es que hasta este miércoles miles de habitantes de diversas comunidades en la Sierra de Chihuahua no contaban con servicios médicos.

“Mi padre siempre decía esto: nacido, criado y echado a perder en Gómez Farías”. Juan Godínez Ortega también es médico. “Somos una familia de doctores: mi abuelo fue el primero del municipio allá por 1944”, evoca el joven robusto, de tez blanca y que rebasa el 1.80 de estatura.

También destaca orgulloso que su padre ha prestado servicio médico toda su vida a esta comunidad, incluso presume que fue él quien gestionó ante el entonces gobernador Patricio Martínez los recursos para la construcción del principal hospital comunitario de la zona.

Ayer se cumplió una semana que se llevaron a Blas Juan Godínez Loya. “A eso de la 3:45 de la madrugada, un grupo de sujetos armados llegó hasta la casa, rodearon y empezaron a romper los cristales para poder entrar. Cuando lograron ingresar preguntaron por el doctor Godínez”, cuenta.

“Todo esto lo vio mi mamá”, continúa su relato el segundo de los tres hijos que tuvo este matrimonio; al tiempo que señala los impactos de bala que dejaron huella en paredes y ventanas del consultorio, casa y restaurante de su padre, inmuebles que se encuentran contiguos.

Hasta el momento la familia no ha recibido alguna llamada para pedir dinero por el rescate del director del hospital comunitario. Dentro de la tragedia eso podría ser una buena señal, según lo que parece una práctica ya habitual en esta región serrana de Chihuahua.

“Algunos médicos han sido sustraídos para atender a personas del crimen organizado… Es una situación común, esto es un secreto a voces. Lo que creemos es que a mi padre se lo llevaron para prestar servicio médico a heridos en un enfrentamiento”, afirma.

En esto radica el optimismo de la familia y sobre todo del hijo para que el doctor Blas Juan sea devuelto.

“Queremos mucho nuestra región, entonces nos duele mucho la situación que está pasando. Yo hago un llamado a las personas que tienen a mi padre que lo regresen”, clama.

Pobladores de Gómez Farías alertan que en los últimos meses se han intensificado los enfrentamientos de los grupos criminales y por ende la demanda de doctores para que atiendan a sus heridos.

Cuentan que los grupos criminales se apoderan de centros médicos retirados de zonas céntricas para estabilizar a los heridos. Eligen estos puntos, pues las autoridades tardan hasta cuatro horas para llegar y cuando lo hacen ya no están. También ha ocurrido que se han llevado a doctores particulares que deciden no denunciar por temor.

“Desafortunadamente los médicos que pudieran haber vivido esta situación no han hecho la denuncia correspondiente, por lo tanto no se ha conocido el hecho y es imposible también brindarle alguna medida de seguridad.

“Se sabe, pero no corroborado de manera oficial por la Fiscalía en alguna investigación, que los médicos pudieran de manera voluntaria o involuntaria atender a algunos de los heridos producto de estos enfrentamientos que han tenido en la Sierra”, explica el fiscal de la zona occidente, Juan Manuel Carrasco.

Aclara que este municipio “se ha convertido en un punto que divide la presencia de dos grupos antagónicos: uno que viene de Sonora y otro aquí de Chihuahua”.

Algunas comunidades son verdaderos pueblos fantasma. En las calles de terracería en la cabecera municipal de Gómez Farías hay poca gente. Existe un toque de queda autoimpuesto por los propios habitantes apenas cae el sol, a eso de las 5 o 6 de la tarde.

“La psicosis que se ha sembrado en la ciudadanía sí ha impactado fuertemente, la sociedad ha tomado medidas a criterio propio: han abandonado las carreteras en la noche y han establecido medidas que les permitan tener seguridad para sí mismos”, detalla el funcionario.

El gobierno estatal desplegó hace una semana un operativo de seguridad en la región y de búsqueda de las personas que el crimen organizado se llevó hace unos días, pero algunos pobladores no soportan más este infierno que se vive en la Sierra de Chihuahua y ya están huyendo...

Fuente: Milenio

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