Chihuahua, Chih.- A cinco años de impunidad de la ejecución de los líderes barzonistas Ismael Solorio Urrutia y su esposa Manuela Martha Solís Contreras por su lucha por el agua, el territorio y contra la instalación de la minera canadiense Mag Silver en el Ejido Benito Juárez, miembros de El Barzón encabezados por Gabino Gómez e integrantes de un grupo de comunidades de Zacatecas que luchan contra la minera Peñasquito exigieron justicia para Ismael y Manuelita más aún cuando los autores materiales e intelectuales de su muerte están plenamente identificados.
Este fin de semana se realizará una jornada de actividades para conmemorar su memoria, la cual dio inicio hoy con un sencillo pero a la vez emotivo acto y una ofrenda floral frente a la cruz de ambos en la Cruz de Clavos, frente al Palacio de Gobierno.
Integrantes de El Barzón exigieron al fiscal general del estado que cumpla con su responsabilidad de llevar a los asesinos materiales e intelectuales ante la justicia, al tiempo que instaron al gobernador Javier Corral a continuar respetando la voluntad de la comunidad de Benito Juárez “como lo ha hecho hasta hoy, solicitando no abandone el tema del agua, otra de las luchas que Ismael defendió”.
De igual modo, aprovecharon para solicitar a la Secretaría de Innovación y Desarrollo Económico que se abstenga de promocionar empresas mineras en el Ejido Benito Juárez, recordando a las autoridades que es derecho del Ejido reconocido por el artículo 27 Constitucional, la Ley Agraria y otras convenciones internacionales.
Asimismo, recordaron que tras los asesinatos, el 17 de noviembre de 2012 la asamblea general de ejidatarios, en una reunión histórica, por unanimidad decidieron “restringir a la empresa El Cascabel, Mag Silver o cualquier otra empresa minera, por un periodo de 100 años para realizar exploración y explotación minera”.
Cabe recordar que después de haber denunciado una campaña de desprestigio y amenazas de muerte en contra de integrantes de El Barzón, el 22 de octubre de 2012 al mediodía eran levantados y ejecutados el líder Ismael Solorio Urrutia y su esposa Manuela Martha Solís Contreras.
El matrimonio vivía en el Ejido Benito Juárez, municipio de Buenaventura, al noroeste del estado, y fue sorprendido y levantado cuando viajaban hacia la capital para atender una cita médica en el hospital Lázaro Cárdenas del ISSSTE, para después acabar con sus vidas.
En el evento de hoy estuvieron presentes integrantes de comunidades vecinales del estado de Zacatecas que se oponen a la operación de la minera Peñasquito, asegurando que ésta en nueve años se acabó toda el agua de la región, provoca la muerte de los habitantes de esta comunidad con el empleo de materiales pesados y denunciando la falsedad de que las empresas mineras generen desarrollo y riqueza en el entorno en el cual establecen, pues en su caso Peñasquito tan sólo deja allí un 1% de sus utilidades.
