Ciudad de México.- Todo quedó preparado para que exista una segunda edición del combate entre Saúl Álvarez y Gennady Golovkin, luego de que uno de los combates más esperados del año acabara con empate.
La decisión tiene su controversia no sólo porque la gran mayoría vio ganar a GGG, sino por lo disparejo de cada una de las tarjetas de los tres jueces en el combate de anoche.
Las tarjetas finales marcaron 118-100, la primera a favor de Canelo; 115-113, la segunda que favoreció al kazajo, y la definitiva dio un 114-114 para decretar el empate, por lo que Golovkin mantuvo el invicto y los cinturones de campeón de peso medio del Consejo Mundial de Boxeo, de la Asociación Mundial de Boxeo y de la Federación Internacional de Boxeo.
Sin embargo, no todo es negativo. Ambos boxeadores dieron una buena pelea, de entrega, de toma y daca, y nunca especularon ni se guardaron nada.
Sin embargo, los expertos vieron ganar a GGG (37-0-1), que a lo largo de los 12 asaltos dominó de mejor forma que el estilo del tapatío, que por momentos parecía que le faltó soltar más los puños.
Según las estadísticas, Golovkin soltó más golpes de poder, 342 contra 272 del Canelo, y de esos acertó en un 32 por ciento (110) contra el 42 por ciento de Álvarez (114).
Aunque Canelo (49-1-2) soltó menos las manos fue más efectivo debido a sus buenos movimientos de cintura, lo que le ayudó a evadir en varias ocasiones los puños del kazajo, aunque fue el europeo el que estuvo constantemente a la persecución de Canelo que por momentos parecía que el aire se le había acabado en los últimos asaltos, dominados por GGG.
“La verdad es que no sentí que Golovkin pegara como decían, no me sorprendió nada. Gané siete u ocho rounds de la pelea, fácil”. aseguró Canelo.
“Fue una buena experienciay una gran pelea”, dijo Golovkin.
Fuente: Excelsior