* El caso judicial que implica al futbolista Rafael Márquez y al cantante Julión Álvarez como presuntos lavadores de dinero, sólo evidencia que, como Estado fallido, México permite que sus propios ciudadanos sean acusados con o sin fundamento por Estados Unidos, comenta a Proceso el investigador Edgardo Buscaglia, para quien lo importante no es investigar a las personas físicas, sino desmantelar la estructura financiera de las redes criminales que las utilizan.
Ciudad de México.- Consultado sobre los presuntos vínculos del narcotraficante Raúl Flores Hernández, El Tío, con el futbolista Rafael Márquez Álvarez y el cantante Julio César Álvarez Montelongo, conocido como Julión Álvarez, Edgardo Buscaglia habla de la “tragedia mexicana”.
“Como Estado fallido, México da lugar a que sus propios ciudadanos sean acusados con o sin fundamento en otros países. Esta es una de las grandes tragedias mexicanas: la corrupción política de más alto nivel que va del presidente hacia abajo”, comenta el investigador de la Universidad de Columbia.
Y matiza: “Por eso, estas causas penales que involucran a funcionarios de diferentes niveles no sólo nunca reciben sentencia, sino que paralizan al sistema judicial mexicano”.
Explica que tanto Márquez como Álvarez Montelongo deben ser investigados penalmente en Estados Unidos para determinar si las inversiones que realizaron en el sistema bancario de ese país deben ser sancionadas; de lo contrario, ambos deben ser absueltos de los presuntos delitos que les imputa el Departamento del Tesoro.
Buscaglia explica a Proceso que la gente tiene la concepción de que se lava dinero sólo a través de la compraventa de jugadores, pero no, aclara. Esa es una de las muchas maneras de lavar dinero en el futbol. En la mayoría de los casos jugadores como Lionel Messi o Márquez pueden estar con asesores financieros, contadores, directivos que les manejan el dinero y desconocen los pormenores de las operaciones que se realizan. Es entonces cuando la delincuencia organizada capta a sus contadores, a sus asesores financieros.
Según el entrevistado, esta tipología delincuencial se encuentra en el reporte del Grupo de Acción Financiera contra el Blanqueo de Capitales (GAFI) –una institución intergubernamental creada en 1989 por el G8–, dado a conocer recientemente. No hay que centrarse en Márquez ni en Messi, dice Buscaglia, sino en la red que los rodea. Muchas veces los jugadores no están lavando dinero “a sabiendas”.
Fuente: Proceso