El Barça perdonó y lo pagó. Pudo golear al Valencia, no mató con el estoque cuando pudo y vio cómo Santi Mina empató en el 85' un encuentro que tenía ganado, haciendo que la ventaja con sus perseguidores en Liga se reduzca a dos puntos con el Atlético y a cuatro con el Madrid.
Un gol de Suárez en fuera de juego en el minuto 58, tras una pared con Messi, adelantó merecidamente al equipo de Luis Enrique en el segundo tiempo. La acción fue muy difícil de apreciar por el colegiado, pero fue tan bonita (otro gran detalle de Suárez en carrera) como ilegal.
El Barça, que ha mejorado en defensa y en la presión, pudo haber encarrilado mucho antes el partido ya que tanto Messi como Suárez y Neymar desperdiciaron varias ocasiones claras ante un Valencia mermado que sólo puso garra y corazón lastrado por la colección de bajas que acumula.
El equipo de Voro (Neville estuvo en la grada) despertó con el resultado en contra al final y tiró de orgullo cuando el Barça se lanzó a por la sentencia y se desarboló en las contras. En una de ellas Alcácer se hizo con un balón en el área y aguantó magistralmente la llegada de Santi Mina para cederle el balón de manera decisiva. Claudio Bravo no pudo hacer nada con el zambombazo del extremo. Messi intentó el triunfo a la desesperada, pero ya no tuvo tiempo de maniobra.
Fuente: as.com