Chihuahua, Chih.- Con el objetivo de sensibilizar a los empresarios locales de las ramas comercial, maquilador, mueblera y de alimentos, en temas de Responsabilidad Social Empresarial (RSE), derechos humanos y discapacidad, se ofreció una conferencia impartida por el director del Área de Atención a la Discapacidad de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Adalberto Méndez López, invitado por el Servicio Nacional de Empleo Chihuahua de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, quien hizo un llamado para transitar hacia una cultura progresista de protección a los derechos humanos y de prevención de riesgos legales.
Comentó que en la última década, las sociedades empresariales se han convertido en actor relevante en el tema de los derechos humanos, como sujetos de protección, como agentes de cambio y transformación social, pero también por las graves violaciones a la dignidad de las personas. Por ello, Méndez López destacó que el objetivo de los empresarios no sólo debe enfocarse al lucro, sino a las acciones que pueden implementar para generar beneficios y bienestar para la comunidad.
“Cuando las empresas tienen conciencia social, se convierten en el protector primigenio desde la cuestión corporativa de la persona, es una contribución activa y voluntaria, que genera acciones de cambio y proyecta compromiso”, expresó el especialista al referirse a la misión de la Responsabilidad Social Empresarial, perspectiva desde la cual se busca mejorar económica, social y ecológicamente el entorno.
El expositor refirió que generalmente las personas asocian la RSE con la filantropía, pero hay más detrás de ello, pues se estructura en una pirámide de responsabilidad social que contempla aspectos laborales, legales, sociales y ambientales, poniendo como último eslabón el altruismo.
El funcionario de la CNDH indicó que existe una falsa creencia por parte de los empresarios de que el apostarle a los derechos humanos es caro, sin embargo es todo lo contrario, porque al adoptar una visión de protección a la dignidad de las personas, se evitan demandas laborales, mejora la imagen corporativa, y a su vez hay más consumidores que accederán a los productos o servicios de la empresa.
También hay deducciones fiscales por la contratación de personas con discapacidad y por la adaptación a las instalaciones del centro laboral para darles accesibilidad, y por si fuera poco, se amplía el esquema de negocios al incorporar nuevos segmentos del mercado a partir de esa inclusión, y desde la cual la reputación de la marca siempre aumenta.
Finalmente Méndez López recordó que hay certificaciones que las empresas pueden obtener al adoptar una visión derechohumanista, como el de Empresa Socialmente Responsable (ESR), Distintivo Empresa Incluyente “Gilberto Rincón Gallardo”, Best Places to Work y Global Reporting Initiative, además del pacto de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) “The global compact”, que se basa en el cumplimiento de 10 principios fundamentados en derechos humanos, medio ambiente, estándares laborales y anticorrupción.