Los Oscar, la fiesta para alzar la voz contra Trump

Los Ángeles.- La 89 ceremonia de los Premios de la Academia se perfila como una combinación de glamour y política a partes iguales.

Lo único que se prevé que tendrá más tiempo en pantalla que la película favorita para llevarse las estatuillas La La Land son las manifestaciones contra las políticas del presidente Donald Trump. Para Hollywood, que esencialmente es liberal, su elección ha sido un polémico tema unificador a lo largo de la temporada de premios, que va en paralelo al desfile de honores para el celebrado musical de Damien Chazelle.

La pregunta es qué tan política se tornará la gala en el Teatro Dolby de Los Ángeles, que se transmitirá en vivo la tarde de hoy.

Anoche, el pronóstico del tiempo indicaba que podría llover esta tarde, pero adentro del recinto se anticipa un ambiente mucho más tempestuoso.

Hasta el ostentoso periodo previo al espectáculo de hoy fue más lúgubre en esta ocasión. El viernes, la United Talent Agency realizó en una campaña sobre inmigración en lugar de su usual fiesta del Oscar. “No vamos a tolerar el caos, la ineptitud y el belicismo”, le dijo Jodie Foster a los asistentes.

Los seis directores de las cintas nominadas a mejor película en lengua extranjera emitieron el viernes un comunicado conjunto en el que condenaron “el clima de fanatismo y nacionalismo que vemos hoy en Estados Unidos y en tantos otros países, en partes de la población y, más desafortunadamente, entre destacados políticos”.

Los firmantes incluyeron al director iraní Asghar Farhadi, cuyo filme The Salesman (El viajante) podría merecerle su segundo Oscar. El realizador no asistirá a la ceremonia en protesta a la propuesta de Trump de prohibirles entrada a personas de países predominantemente musulmanes, incluyendo Irán.

El viernes, Farhadi publicó un video en el que le agradeció a la comunidad de Hollywood por apoyar su boicot a los Premios de la Academia y criticó las políticas de Trump al decir que “buscan promover el odio”.

Algo que de seguro resonará en los Oscar es la noticia de este fin de semana de que las autoridades de inmigración estadunidenses le negaron la entrada a un director de cinematografía sirio de 21 años que trabajó en el cortometraje documental dominado The White Helmets (Los cascos blancos), sobre la guerra civil de ese país.

Algunos simpatizantes del magnate republicano han llamado a un boicot de la ceremonia, pues anticipan discursos incendiarios como el que dio Meryl Streep en los Globos de Oro (que llevó a Trump a llamarla una “actriz sobrevalorada”. (La Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas agregó el viernes a Streep, también postulada, a su lista de presentadores).

El anfitrión Jimmy Kimmel tiene un delicado acto de malabarismo en sus manos. Si su número es demasiado ligero podría parecer que no está a tono con la situación; si es demasiado fuerte, alienaría a espectadores ya cansados de tanta política.

Fuente: Milenio 

 

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