El Barcelona superó al Athletic con goles de Messi, Alcácer y Aleix. Los leones dominaron el partido pero la pegada salvó al Barça. Luis Suárez descansó.
Hay días en los que todo sale de cara. El Barça tuvo ayer uno de esos. El plan salió tal y como soñaba Luis Enrique. Se impuso el equipo blaugrana a un Athletic al que le faltó mucho colmillo por un 3-0 en un encuentro mucho más plácido de lo que era previsible. Y encima, reservando fuerzas de cara a la semifinal de Copa ante el Atlético de Madrid. Miel sobre hojuelas. La gestión de las rotaciones pensando en el partido del martes fue un pleno absoluto por parte de Luis Enrique.
Sin Iniesta ni Busquets, lesionados; dando descanso de entrada a Luis Suárez, a Sergi Roberto, Rakitic y Jordi Alba y a Messi a partir de la hora de partido, obviando las molestias de Piqué en los abductores que le evitaron la segunda parte, el Barcelona superó la prueba del conjunto vasco sin sufrir ningún desgaste de cara al encuentro que puede valer la primera final del curso. Pocas veces los planes salen tan bien.
A favor de Luis Enrique hay que decir que es un técnico valiente. Mantiene el asturiano que para llegar a mayo con opciones en todas las competiciones será necesario que todos los jugadores participen y tengan minutos independientemente de la situación del conjunto en la tabla.
Fiel a este planteamiento, el asturianio apostó por Alcácer, por Vidal, por Arda y por Mathieu. Y la cosa salió perfecta a pesar de tener claras lagunas en la primera parte. Especialmente, porque el Athletic especuló demasiado. Valverde tenía un plan que se basaba en correr, presionar, aguantar y jugarse al final la carta de Aduriz. Pero hay días en los que nada sale bien. Los méritos del conjunto vasco se estrellaron en una efectividad lamentable de cara a puerta. Tiene un problema el equipo de Valverde de cara a la portería rival. Ocasiones como las que desaprovecharon Raúl García y Williams en la primera parte son en el Camp Nou una invitación al suicidio.Tanto fue así que un Barça con dudas se adelantó gracias a un gol de Alcácer, que hizo lo que mejor sabe hacer. Desmarcarse al primer palo y rematar tras una asistencia de un Neymar al que le falta únicamente golear para completar partidos de museo.
Tras el 1-0, el Barcelona se asentó en el partido y al Athletic le entraron las dudas. El gol de Messi de falta, el tercero que le marca en esta suerte consecutivamente a Gorka, en el minuto 40 dejó las cosas encaradas. Fue la constatación de que ayer en el Camp Nou había un equipo soleado y otro que llevaba un nubarrón encima.Redoblando la apuesta de cara al partidazo contra el Atlético del martes, Luis Enrique siguió con la política de rotaciones y a la hora de juego sentó a Messi sin que el Barcelona perdiera la sensación de controlar el partido.
Aleix Vidal, a los 67 minutos volvió a demostrar que hay pocos jugadores que sean tan superiores a los rivales en la última media hora de juego. Dotado de un físico descomunal, el lateral volvió a marcar en una jugada tan desordenada como potente en la que por regatear, regateó hasta a Neymar antes de batir a Gorka para culminar un plan perfecto pensando en la Copa.
Fuente: as.com