Ciudad de México.- La Secretaría de Seguridad Pública capitalina cuenta con su propio criadero de caballos para la Policía Montada.
En las caballerizas del agrupamiento, en Iztapalapa, cada año nacen y se crían, en promedio, 80 ejemplares de la raza azteca.
Los equinos, cuya vida útil es de entre 15 y 18 años, son empleados para patrullar zonas boscosas, como Tlalpan, Xochimilco, Milpa Alta, Magdalena Contreras y Álvaro Obregón, así como en operativos en estadios, manifestaciones y desfiles.
Antonio Alfaro, director de la Policía Montada, explicó que cuentan con 676 caballos, de los cuales 90 son yeguas para la crianza y 8 son sementales.
"Somos autosuficientes para estar recubriendo las vacantes que tenemos de caballos. Tenemos un promedio de 70 a 80 caballos nacidos en el agrupamiento anualmente", resaltó.
De esta forma, la Policía capitalina evita los costos de adquirir nuevos caballos para integrarse a la Policía Montada, que podría ser de entre de 25 y 50 mil pesos por ejemplar, dependiendo el tamaño y la escuela.
Es decir, por año, la SSP tendría que desembolsar, por 80 caballos, hasta 2 millones de pesos.
Alfaro detalló que el programa de reproducción ayuda al Agrupamiento a ser autosuficiente ante las bajas que tienen por caballos que se retiran del servicio por edad o lesiones.
"Nosotros estamos tomando (como) referencia un promedio de entre 15 y 18 años para que un caballo pueda cumplir satisfactoriamente con el servicio de policía, pero también tenemos caballos muy jóvenes que se llegan a lesionar y que ya no es prudente tenerlos en el servicio", abundó.
La inversión en caballos de otras caballerías, además de costosa, podría dificultar las labores de la Policía, pues los animales deben ser muy dóciles, de manera que aguanten las guardias, manifestaciones y tumultos, o incluso, servir para la equinoterapia.
La Policía Montada cuenta con médicos veterinarios que atienden a los caballos y que han desarrollado métodos de impronta -la impresión, huella o marca dejada por una persona-, es decir, el acercamiento a los caballos desde recién nacidos, para que se acostumbren al trato con los humanos y sean fáciles de domar.
"Son caballos que desde que nacen les damos la impronta, pues para que aprendan a vivir con el ser humano conforme crecen.
"El adiestramiento nos es más fácil y relacionarse con la vida civil, el trabajo policial con la ciudadanía es más amable", agregó el director del Agrupamiento.
Los caballos tienen un periodo de gestación de 11 meses, por lo que las yeguas, una vez que han parido, se vuelven a cruzar casi de manera inmediata, mientras siguen lactando al potro los primeros meses.
Previo a que nazca el nuevo potrillo, sus hermanos son destetados y a los pocos meses comienzan a domarse, para que, al cumplir los 2 años, comiencen con su entrenamiento como caballos policías y se integren a su labor en la vigilancia.
La Policía Montada ofrece sesiones de equinoterapia gratuita para niños con problemas mentales e, incluso, tiene su propio equipo de equitación.
Fuente: Reforma
