San Sebastián.- El mexicano Gael García Bernal, ganador de un premio al cine latino en el Festival de San Sebastián, lamentó este sábado el "provincialismo" en América Latina y España, y que falten caminos entre naciones.
"Necesitamos que exista una política cultural mucho más agresiva, que establezca un camino para que nuestras películas se vean, para que las mexicanas se vean en España, las españolas se vean en Ecuador, las de Ecuador en Argentina", indicó en rueda de prensa.
Uno de los principales problemas, señaló, es el persistente "provincialismo" que hace que una película hecha en un país latinoamericano o en España no alcance los mercados de sus vecinos.
García Bernal representa en el festival donostiarra la película Neruda, del director chileno Pablo Larraín, proyectada este sábado fuera de competencia.
El actor, director y activista nacido en Guadalajara hace 37 años, reconoció que el abaratamiento a la hora de hacer cine, con las cámaras digitales o la posibilidad de usar equipos más económicos, ha producido "cambios sustanciales" que han "democratizado mucho más" la filmación en América Latina.
Pero aun "estamos todavía muy cortitos" en producción cinematográfica, lamentó.
"Todavía una historia de un presupuesto muy alto, de ambiciones épicas, en español, es difícil de levantar", dijo García Bernal, conocido por sus papeles en películas como Amores Perros, Y tu mamá también, Babel y La mala educación.
Cofradía del cine
Premios como el Jaeger-LeCoultre al Cine Latino, que el Festival de San Sebastián entrega por primera vez este año, sirven no obstante para poner "el foco" en el séptimo arte hablado en español.
El galardón le ha servido para hacer una "retrospectiva" de su vida en el mundo del cine, donde dijo que una de las iniciativas que más satisfacción le ha dado fue el festival independiente de documentales Ambulante, que creó en 2005 junto a su compatriota Diego Luna y ya se ha internacionalizado.
Asimismo, rescata "la cultura de la amistad", desarrollada con los directores y actores con quienes ha trabajado, entre los que destacó a los mexicanos Alfonso Cuarón y Alejandro González Iñárritu.
"Hay un sensación de cofradía, que te cuidas y te ayudas todo el tiempo (...) sabemos que es la mejor manera de sobrevivir y hacer mejores cosas", indicó.
Esa misma "relación de familia" la forjó García Bernal con Larraín durante la filmación de la película No, que en 2013 se convirtió en la primera película chilena en ser nominada a un Óscar, y la profundizó con Neruda, preseleccionada por Chile este año para los premios Óscar.
En la comedia negra sobre un episodio de la vida del poeta y premio Nobel chileno Pablo Neruda, García Bernal es el policía Óscar Peluchonneau, que persigue obsesivamente al también político, luego de que fuera ilegalizado el Partido Comunista.
El filme fue muy aplaudido en su presentación en San Sebastián.
"Es una película en la que Neruda diseña su leyenda y el policía encuentra su identidad", dijo el director, quien elogió la creación del personaje que hizo García Bernal, porque solo su nombre es real, "lo demás es ficción".
Por otro lado, Larraín se congratuló por "el momento extraordinario" que vive el cine chileno, que está representado con siete películas en el Festival de San Sebastián, una de ellas, Jesús, de Fernando Guzzoni, compitiendo en la sección oficial por la Concha de Oro.
Fuente: Jornada