Ciudad de México.- El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, apareció disfrazado de Mario -protagonista del popular juego de video Mario Bros- durante la clausura de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, para presentar el pase de estafeta para la justa deportiva que se realizará en Tokio en 2020.
Un video de presentación mostró imágenes de Tokio para comenzar la promoción de los Olímpicos en el país nipón. En el clip, se ve a Abe en un auto mientras señala que llegará tarde a la clausura en Río. De pronto, el primer ministro se convierte en Mario y el personaje de ánime Doraemon le ayuda a instalar un túnel, como los usados en el juego de video. Con él, Mario atraviesa la Tierra y llega a Río de Janeiro.
Al terminar el clip, Shinzo Abe apareció en el estadio Maracaná sobre una plataforma que simula la salida del túnel, disfrazado con la característica gorra roja de Mario.
A continuación docenas de bailarines realizaron un baile con luces de neón para presentar los Juegos Olímpicos en Tokio.
Mario Bros está en la cima de la popularidad desde hace 30 años, cuando se convirtió en uno de los personajes más rentables de los vídeojuegos y en la principal estrella de la japonesa Nintendo.
En la presentación de Japón en Río, que se prolongó durante unos 12 minutos, tampoco faltó otro símbolo del país, los populares dibujos "manga", la pasión por la tecnología y lo canales de la ciudad.
Tokio se describió como una ciudad que acoge festivales y manifestaciones culturales y amante del deporte desde hace siglos, cuando era conocida con el nombre de Edo.
En otro momento de la presentación, Tokio exhibió una coreografía en la que niños japoneses se mueven para formar la palabra "Arigato" (gracias) en varios idiomas, en agradecimiento a la oportunidad recibida por la capital de Japón.
La presentación concluyó con la exhibición del logotipo oficial de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y de una representación de la ciudad japonesa con el monte Fuji al foto en cuya base se puede leer el mensaje de bienvenida "See you in Tokio" (Nos vemos en Tokio).
Fuente: El Universal