En el Olimpo del atletismo con nueve medallas de oro están el Hijo del Viento Carl Lewis, el Finlandés Volador Paavo Nurmi... y desde ahora el Relámpago Bolt. Usain ganó con Jamaica el relevo 4x100 y rubricó el triplete de títulos de la velocidad (100, 200 y 4x100) por terceros Juegos consecutivos (Pekín, Londres y Río). Triple hat-trick. Una gesta que sí es única y le deja una habitación en lo más alto separada de la de Carl Lewis, con una plata más que Bolt, pero que apoyaba sus logros en su magnífico salto de longitud. Usain sólo conoce la carrera de velocidad... y el oro.
Bolt aseguró que el 4x100 de anoche será su última prueba en unos Juegos y la disfrutó al máximo. “Va a haber una gran fiesta”, avisó. Y la dio. Bolt saltó al tartán azul acompañado de Asafa Powell, ese chico mustio que intenta ser feliz, de Yohan Blake, arrepentido de haber sido apodado en su día La Bestia, y de Nickel Ashmeade, un compacto y rocoso corredor de curvas.
Con esos ingredientes, y muchas dosis de buen flow y reggae jamaicano, el combinado parecía imposible de batir. Y así fue. Además, Estados Unidos no tenía moral, ni piernas para ganarles. Gatlin estaba desmoralizado por su eliminación en 200, Bromell tocado del tendón, Gay de vuelta... Y Jamaica llegaba pletórica. Había que meter al Relámpago Bolt en el Olimpo.
Sonó el disparo y la primera posta fue de Asafa Powell encarado con Rodgers. Igualdad. Blake contra Gatlin. Otro empate. Ashmeade fue más hábil en la curva que Gay y entregó a Bolt, que sorprendentemente no recogió primero. Le había robado el privilegio el mestizo nipón Aska Cambridge. Pero Usain pronto lo rebasó y remató el oro a placer (37.27). Japón (37.60) robó la plata en la pista a la apagada Estados Unidos, bronce y posteriormente descalificada. El tercer puesto sería para la Canadá (37.64) de De Grasse (con tres medallas en Río), al que Bolt ha nombrado su sucesor. La velocidad les ha unido.
Pero Bolt no vivió sus últimos momentos en una pista olímpica junto a él, la celebración, la fiesta definitiva del Relámpago fue con el Team Jamaica. Bolt cantaba, Blake bailaba, Asafa acompañaba, Ashmeade ponía la sobriedad. El relevo es la prueba que cierra siempre la velocidad en los campeonatos y Bolt la llevó su terreno, al de la alegría. Tras Río promete que no volverá en unos Juegos. Será añorado por Jamaica, por el atletismo, por el deporte, por el mundo...Tres récords mundiales, nueve oros olímpicos y la sonrisa por bandera. Es el Relámpago Bolt. Un tipo único, que cumple el domingo 30 años. Otra fiesta.
Usain Bolt se une a Nurmi y Carl Lewis como los atletas más medallas de oro en unos Juegos: nueve. El fondista finlandés las logró entre Amberes 1920 (tres), París 1924 (cinco) y Amsterdam (1928). Se las repartía entre el 5.000, 10.000 y cross individual y por equipos. 56 años más tarde apareció Lewis, el hijo del viento, con su correr elegante. Saltaba lejos y corría muy rápido. De ahí su póquer de oros (100,200, 4x100 y longitud) en Los Angeles 84. Su reinado siguió en Seúl 88 (dos oros), Barcelona 92 (otros dos) y acabó en Atlanta 96 (oro). 20 años después, Bolt ha culminado en Río una gesta similar.
Tras colgarse su novena medalla de oro, el jamaicano confesó que se retiraba de las citas olímpicas. No estará en los JJO de Tokio. "Sí. Lo siento, pero es la última vez. Nunca me iba imaginar que podría ganar, volver a ganar y después volver a ganar otra vez todas las pruebas que he competido en tres Juegos Olímpicos. En la primera no me lo podía creer. En la segunda fue un desafío y ahora en la tercera me parece difícil de creer. Espero que haya puesto el listón lo suficientemente alto para que nadie pueda volver a repetirlo", dijo.
Tres Juegos Olímpicos. Nueve medallas de oro. ¿Cómo define este momento histórico?
Yo soy el más grande de la historia. Eso es.
¿Consigue definir la emoción que está sintiendo en este momento?
Estoy aliviado. He logrado lo que he venido a hacer. Estoy feliz y muy orgulloso de mí mismo. Hacer realidad algo como esto bajo una presión que es real y brutal, para mí, es un logro.
¿Se acabó entonces esta presión a la que usted siempre se refiere? ¿Ya no siente el peso sobre sus hombros?
Sin duda. Todo el peso se ha ido. Es una sensación de alivio. He logrado todo y eso me hace muy feliz y muy orgulloso de mi mismo.
Nueve medallas de oro olímpicas. ¿Cuándo mira a los Juegos de Pekín, usted podía imaginar que iba a lograr lo que ha logrado?
Ni de cerca. Nunca me iba imaginar que podría ganar, volver a ganar y después volver a ganar otra vez todas las pruebas que he competido en tres Juegos Olímpicos. En la primera no me lo podía creer. En la segunda fue un desafío y ahora en la tercera me parece difícil de creer. Espero que haya puesto el listón lo suficientemente alto para que nadie pueda volver a repetirlo.
¿Cómo llega uno a ganar nueve medallas de oro olímpicas?
Uffff… ¡Trabajo duro! Trabajo duro, mucho sudor, sacrificio. He sacrificado tanto durante todos estos años, he pasado por tantas cosas que es como sudar lágrimas.
¿Qué pasaba por su cabeza cuando cogió el bastón?
Que la prueba estaba ganada. No había nadie a mi lado que podía correr más rápido que yo hasta la línea de llegada. Me sentí feliz y corrí lo más rápido que pude.
¿El otro día se ha definido como inmortal. ¿Qué quería decir?
Que soy invencible. Que nadie me puede ganar en una carrera.
¿Es la última vez que le hemos visto competir en unos Juegos Olímpicos?
Sí. Lo siento, pero es la última vez.
¿Qué viene después?
¡Vacaciones!
Fuente: as.com