Río de Janeiro.- Misael Rodríguez está consciente de que será recibido como un héroe nacional a su llegada en México.
Sabe que a partir de la próxima semana su vida habrá cambiado y que ser el único representante mexicano que hasta el jueves por la tarde había conseguido una presea no es poca cosa.
Asegura irse satisfecho porque entregó hasta el último de sus esfuerzos en el cuadrilátero para tratar de avanzar a la pelea por el campeonato de los 75 kilogramos de los Juegos Olímpicos, aunque siempre quedará esa deuda hasta consigo mismo, en la búsqueda del oro.
"La verdad que han sido momentos inolvidables", dijo Rodríguez. "Conseguir la primera medalla para México es inimaginable. Ni siquiera en mis mejores sueños lo imaginé así. Me voy demasiado contento y estos han sido los mejores Juegos Olímpicos para mí".
Rodríguez perdió por decisión unánime este jueves la pelea semifinal ante Bektemir Melikuziev, de Usbekistán, quien lo dominó de principio a fin.
"Sabíamos que era un rival con bastante movilidad", explicó. "Esos nos obligaba a nosotros a buscar la pelea. Fue lo que hice. En el primer round conectó unos buenos golpes y pienso que me des concentraron un poco pero me morí hasta el final, me morí con la mía que era ir a buscar la pelea y por eso me voy contento".
Pero gran parte de su experiencia va más allá del cuadrilátero y tiene que ver con su convivencia diaria con sus compañeros de selección nacional, a donde llegó apenas hace dos años y con la que ha ganado casi todo desde el inicio.
"En dos años logró entrar a medallas en Centroamericanos, Panamericanos", dijo su entrenador Francisco Bonilla. "Logró la calificación (olímpica) y todavía se lleva una medalla de aquí".
"Creo que tiene un gran porvenir si es que decide mantenerse en el amateur porque sólamente tiene dos años".
Rodríguez también desconoce su futuro en el boxeo, ya sea de paga o amateur, a pesar de que aún ni siquiera se terminaba su participación olímpica cuando ya se le habían acercado promotores del pugilismo profesional.
Prefiere esperar a su regreso a casa para tranquilizarse, enfriarse y entonces sí pensar en su mejor opción, junto con el resto de su familia.
"Hay que mantener los pies sobre la tierra", dijo. "Esto te abre a una baraja de oportunidades, hay que tratar de tomar la mejor carta".
Su amor por los colores patrios dijo que le indican que debe seguir a la búsqueda de otros Juegos Olímpicos, ya que a sus 22 años, cree que tiene edad suficiente.
"El (Boxeo) amateur es un bonito deporte en el que también se sufre bastante y se entregan como un profesional", dijo. "Hay que abrirle más ojos a la gente y que sepan que aquí también se sufre igual".
También conoce las carencias que dijo sufre el boxeo amateur, tanto de recursos como de difusión, en un país como México, que le hacen pensar en el profesionalismo "Esto es como un abrir de ojos para los directivos, que sepan que en México hay mucho talento, sobre todo en boxeo", mencionó. "Dicen que es el deporte de los pobres. Yo digo que es el deporte de la gente que quiere sobresalir, que se gana con base en su desempeño el salir adelante".
"Eso no es la excepción conmigo. He trabajado bastante duro y aquí está el resultado".
Tampoco descarta llegar a Tokio 2020 ya convertido en profesional.
Por lo pronto, Rodríguez cumplió más allá de las expectativas y dijo que sólo quiere descansar de las maratónicas jornadas del boxeo en Río 2016; se quedará en Río hasta el final de los Juegos en apoyo de su novia, la atleta Tamara Vega, quien compite en pentatlón moderno.
A su regreso, antes que pensar en una apoteósica bienvenida en su Parral, Chihuahua, quiere darle un gran abrazo a su mamá.
"La medalla habla por sí sola para todos aquellos que decían que sólo iba a venir a pasearme", dijo. "Agradezco a todos los mexicanos que me hayan dado la oportunidad de representarlos". "Estoy orgulloso porque sé que México me va recibir con los brazos abiertos y que esta medalla la van a disfrutar bastante".
Fuente:espn