Ciudad de México.- No fue su mejor día y fue evidente en el Estadio Olímpico de Río de Janeiro. Con menos de cuatro kilómetros recorridos, Marisol Romero ya había sido sobrepasada por todos los demás competidoras en los 10,000 metros y mostró su frustración en zona mixta, donde señaló entre lágrimas que corrió lesionada y le duele que los aficionados mexicanos digan que vino de vacaciones.
"Hoy es un momento difícil para mi, Desafortunadamente fui empeorando durante la semana de mi lesión. No me quedo satisfecha porque los mexicanos no somos esto. Me lastima ver que alguien piense que los deportistas mexicanos somos personas que no trabajamos y estamos de vacaciones. Somos personas que luchamos por lo que queremos y desafortunadamente mi día fue difícil", señaló llorando la corredora mexicana..
Según ella misma especificó, trae problemas en el pie y en la rodilla, lo que impidió que pudiera realizar una mejor competencia y acabara siete minutos después que la ganadora Almaz Ayana: "Traigo un problema en la inserción del tendón (de Aquiles), en la fascia plantar y en la bursa (bolsa sinoval)".
Finalmente, comentó que decidió competir aún arriesgando su físico porque no quería rendirse de cara al final del ciclo olímpico, en el que se esforzó por estar en Río 2016: "Mi cuerpo no respondió de la manera que yo hubiera querido que respondiera en esta semana. Quise acabar la prueba porque todo lo que se empieza se tiene que terminar a como dé lugar. Esto era el final de un proceso y quería terminarlo y eso hice".
La mexicana acabó con 35 minutos 33 segundos y 03 centésimas. Muy por debajo de su marca durante la temporada, que era casi tres minutos menor, y de su registro personal histórico que era de cuatro minutos menos.
Fuente: AS
