Ciudad de México. Don Ignacio Trelles cumple hoy un siglo de vida. Dice que si no fuera por las molestias que tiene en la rodilla derecha, seguiría jugando futbol en el bosque de Chapultepec, como cuando era niño.
Al técnico más ganador del balompié mexicano (siete títulos) no le pesan los cien años que lleva a cuestas. Aunque se apoya de una andadera para caminar, aún conserva su sonrisa pícara y el estilo jocoso que sacó de quicio a más de uno, sobre todo a los árbitros y periodistas de su época.
En la comodidad de la sala de su casa, ubicada en la añeja colonia San Miguel Chapultepec, rodeado de retratos de su esposa Consuelo, quien murió en 2015, y de algunos adornos que evocan a su deporte favorito, Don Nacho se declara pleno y muy contento de llegar a su centenario.
“En términos generales, estos cien años han sido muy felices. A veces dejaban de serlo cuando se presentaban las lesiones como jugador, eso no me hacía muy dichoso, pero uno aquí sigue, de mirón del futbol”, expresa un Trelles lúcido, animado y con una voz todavía fuerte y clara.
Afirma que le gustaría seguir cumpliendo años, pues explica que a excepción de la lesión de su rodilla, que lo aqueja desde 1947 y que truncó su carrera como futbolista, goza de un muy buen estado de salud.
“Pienso que seguiré viviendo todavía. Afortunadamente me ha ido bien, como jugador primero y luego como entrenador. Aunque claro, no tan perfectamente como yo quisiera, pero al menos no he tenido problemas de salud serios ni sucesos malos”, comenta en entrevista con La Jornada.
Fuente: La Jornada
