MÉXICO, D.F., septiembre 18 (EL UNIVERSAL).- Vestida con un pantalón blanco con figuras con contorno negro, y con el cabello desordenado, Alejandra Guzmán ofreció un pequeño “showcase” en SALA para mostrar su última producción discográfica A + No Poder, la cual cuenta con temas inéditos.
Con la presencia de su madre, Silvia Pinal, le puso voz a “Esta noche” para seguir con “Agua bendita”, “La malvada”, “No puedo parar”, “Adiós” (en colaboración con Farruko en su primera experimentación en la música urbana) y el video de “Ironía”, que fue grabado bajo complicaciones como lluvias, frío o que se le echó a perder el vestuario en Islandia.
Asimismo, la cantante pidió un aplauso para Pinal al ser la mujer que le dio la vida, “por ser una chingona y por escribir su libro”, además de preocuparse al verla bailar. “Ella me vio nacer y desde que nací bailo ballet, así que cuando te quitan lo que más quieres es lo que luchas por volver a tener”.
Hacía cinco años que La Guzmán no entraba al estudio, por lo que ahora regresa en una etapa en la que se considera fuerte, madura, rockera y más mexicana. Tras desprenderse de su contrato de 10 años con Ocesa Seitrack, intenta no adoptar reglas o una dirección ya que lo único que siguió fue su corazón.
“[Este nuevo álbum] dice claramente quién soy, a dónde voy, lo que quiero, lo que ya no quiero y lo que dejé atrás. Tuve que sacrificar muchas cosas que me gustan para poder mostrar a esta Alejandra, pero me gusta más que la rebelde sin causa; ahora tengo mucho que decirle a la gente para que sean mujeres independientes como soy yo”, refirió.
En un nuevo acuerdo con Sony Music, afirmó que está contenta ya que incluso en la propia disquera le dijeron que incluyera más groserías, lo que antes no se le permitía, porque esa es precisamente su esencia.
“Sin ser grosera o faltar el respeto le grito a la vida, al amor, a la salud, al día que vivo. Fue una catarsis de muchos años de no decir lo que quieres y la responsabilidad de que si pega o no es mi problema, el signo de hacer un disco es tener el instinto a flor de piel y yo me sentí segura de cada paso que daba”.
El álbum contiene temas variados que van desde lo rockero a lo urbano e incluye composiciones nuevas hechas por ella junto a su productor José Luis Pagán y otras tantas que sacó del cajón como “Te esperaré” o “Lejos de ti”.
“Llegaba al estudio con muchos temas y emociones y creo que me atreví al género urbano porque me gusta bailarlo. Invité a Farruko pero llegué con la canción hecha y es divertido poder hacer diferentes colores dentro de un disco. Hice rock porque dicen que no soy rockera y es lo que más me gusta hacer”.
En otra faceta, Alejandra es madre. Su hija Frida Sofía está enamorada y se quiere casar en casa de su abuelita.“Claro que quiero ser abuela de muchos nietos”, dijo orgullosa la intérprete de “Mala Hierba”.
Para ella lo más importante es verla feliz, por lo que nunca la ha presionado para que también se dedique al canto. “Hay que dejar que sean lo que ellos anhelan. Ella tiene un oído absoluto, toca el piano y no se quiere dedicar a esto no sé por qué, pero lo trae en la sangre. Yo no voy a obligarla como mi mamá no me obligó a hacer nada que yo no quería mas que las matemáticas, aunque eso no me salió”.