Gruperos, del gozo al drama de las balas

Ciudad de México.- Alan Ramírez, integrante de la Banda MS fue agredido la madrugada de este sábado en Polanco, a bordo del vehículo en el que viajaba con sus compañeros y tan sólo horas después de ofrecer uno de sus conciertos en el Auditorio Nacional. Sus compañeros dijeron desconocer qué fue lo que lo hirió en el cuello, pues “no escuchamos un arma de fuego”. Inmediatamente fue trasladado al Hospital Español de la Ciudad de México.

Muchos otros gruperos externaron su apoyo a Alan y manifestaron a través de redes sociales su apoyo como integrantes de un gremio que cada vez con más frecuencia se ve involucrado en hechos de violencia.

“Nos unimos a la cadena de oración por nuestros amigos de Banda MS y la pronta recuperación de Alan. Dios con ustedes”, escribió la Banda el Recodo. Alfredo Ríos El Komander, cuyos narcocorridos han sido vetados varias veces, expresó en la misma red. “Pronta recuperación compa Alan, fuerza a mis colegas de BANDA MS”.

La Conductora Cynthia Urias escribió: “¡Hagamos cadena de oración por la recuperación de Alan! ¡Enciende una vela blanca y pidamos por él!”

La solidaridad parece algo necesario entre el género banda que apenas en abril cuando Lupillo Rivera denunció un intento de secuestro express, luego de terminar su presentación en la Feria de Petlalcingo, Puebla.

Alrededor de las dos de la mañana el cantante partió rumbo a al Ciudad de México pero poco después regresó al camerino de la banda Los Recoditos alertando sobre tres sujetos que habían intentado secuestrarlo pero de los que pudo escapar, no así el chofer y su mánager. El móvil habría sido el robo del dinero obtenido en la presentación.

En 2015 Javier Rosas, cantante del género norteño fue baleado mientras circulaba en su vehículo en Culiacán por un grupo armado con AK-47. Dos personas fallecieron en el lugar y el cantante quedó herido.

Durante un concierto en el Rodeo Texcoco, Gerardo Ortiz tuvo que cancerlar su presentación, luego de que se escucharan balazos entre el público generando pánico entre los asistentes.
Lo mismo le ha ocurrido dos veces a Emigma Norteño, banda en cuyos shows ha habido balaceras.

Pero en el caso de otro grupero, Alfredo Olivares, el ataque fue directo y mientras tocaba en el escenario. Los disparos, que provenían del público, quedaron grabados en un video de uno de los fans.

Aunque los citados anteriormente sobrevivieron, no todos han corrido con la misma suerte, como en el caso del hijo de Joan Sebastian, Trigo Figueroa, quien fue asesinado de un disparo en la cabeza al terminar un concierto de su padre.

Uno de los asesinatos que más han conmovido al ambiente grupero fue el de Valentín Elizalde, El Gallo de Oro, junto a su chofer y su mánager. El cantante viajaba en su vehículo cuando unas camionetas se le cerraron soltando una ráfaga de metralletas. Valentín fue rematado a corta distancia.

En 2007 el vocalista de K-Paz de La Sierra, Sergio Gómez, fue secuestrado, torturado y asesinado en Michoacán.

Hoy, el drama grupero, lamentablemente, continúa.

Fuente: El Universal 

 

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