Salvemos el Parque Lerdo

Por: Javier Arvizo

Ya nos gozamos, ya brindamos, por alcanzar lo que parecía una utopía---. Dejamos de ser los que mandan y los que piden, estamos siendo los que construyen y proyectan el nuevo Chihuahua posible y sustentable--- más cuando se da una salto cuántico, solo se  arriba a una nueva plataforma que permite construir donde toda falta y todo está por hacer. Y aquí no hay planos arquitectónicos, ni reglas escritas o normatividades que indiquen la acciones prometedoras, se incursiona en un mundo donde hay más  de “prueba y error e intuición”, y el único basamento es la honradez de buscar lo que ennoblece no solo al hombre sino a la humanidad.

Ciertamente quedaran residuos de los lastres pasados que impedían llegar a este punto de giro y crecimiento, así que la tendencia de regresar a un pasado doloroso es atractivo ante la incertidumbre de un mañana que demanda tener la valentía de errar buscando la permanente revisión y corrección de cualquier acción. Es como vivir el crecimiento de una víbora que para hacerlo se tiene que despojar de su piel y quedar sin ella hasta que se construya la nueva piel y condenada a realizar esto cada vez que se demande su crecimiento. En una palabra saber que ya nunca más habrá un “espacio de confort” sino una constante oportunidad de Ser.

El Parque de los Utópicos (antes Lerdo) es eso es donde la natura ha enseñado siempre que la vida, es toda una aventura y alcancía de nostalgia idas. Y que vale la pena tener inviernos que desnudan los árboles para que lleguen nuevas primaveras que reverdezcan con paisajes diferentes los años venideros.

Así que haber llegado a lo utópico desengañémonos no fue  más que enseñanza de este mismo Parque que prefiere dejar ser Lerdo para ser el Parque de los Utópicos, para ofertar lo que en sus semillas guardó desde tiempos inmemoriales. Gracias Parque, gracias nostalgias, gracias soñadores que despertaron para realizar lo que la noche (larga tal vez) proveyó.

 

izmir escort