Chihuahua, Chih. - El presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores, Guillermo Prieto Treviño, apuntó que campañas de regulación masiva de autos chuecos como la planteada en Chihuahua son una medida populista de ganar votos y señaló a gobernadores, ex gobernadores y senadores de estar detrás del negocio de la importación de vehículos, la tercera causa de corrupción en México tras las drogas y las armas. Un negocio que en los últimos diez años generó cerca de 4 billones de dólares ilegales.
"Recientemente hubo un intento por parte del gobernador de hacer una regularización importante hace unas semanas y esto se presenta muchas veces cuando son procesos electorales en diversos Estados porque la presión política es enorme y porque los intereses en la importación de esos vehículos son muy grandes y ahí en esos intereses nos encontramos a gentes muy poderosas en los distintos estados, sobre todo en los estados fronterizos, hablando claramente ex gobernadores, inclusive gobernadores, senadores, diputados, empresarios también, es un negocio en donde el margen es tan grande de coches que se compran en 500, en 600 dólares y luego se pueden llegar a vender en 6 mil, esos no son los márgenes que tiene una distribuidora y que está sujeta a todas las regulaciones que se tiene, es muy atractivo", denunció el presidente nacional de AMDA.
Tras afirmar que era claramente identificable que la importación de automóviles estaba desplazando el mercado interno de una manera impresionante durante la última década, superando las 750 mil unidades anuales, Prieto afirmó que ello representaba la entrada de 7.6 millones de autos, un 70% de los 10. 4 millones de autos nuevos comercializados.
Prieto agregó que la entrada ilegal de cada vehículo comportaba un gasto de 500 dólares en corrupción que multiplicado por esos 7.5 millones vehículos, "representa entre 3.5 y 4 billones de dólares para corrupción osea que después del narcotráfico y las armas, el coche y los automóviles es el tercer lugar
Es una visión bastante oculista de ganar votos y de abrir otra vez las fronteras".
Señaló que esta práctica junto a un financiamiento a medio explotar lastraban el potencial de la industria automotriz en México, que los estudios realizados dicen que deberían estar vendiendo alrededor de los dos millones de automóviles, frente al 1.3 de 2015. En materia de financiamiento, aseguró que si bien hace cinco años representaba el 48% de las ventas y hoy el 62%, debería estar haciéndolo entre el 75 y el 80%, lo cual supondría 250 mil unidades adicionales cada ejercicio.