El crimen organizado en colusión con cuerpos de seguridad propician el éxodo de 700 familias de la Sierra

Chihuahua, Chih. - Desde hace algo más de un año empezó a incrementarse el éxodo de familias procedentes de la Sierra Tarahumara a las grandes ciudades del estado. Si bien este proceso migratorio ha existido desde siempre, el motivo que hoy se esconde detrás de él no es el de  huir de la pobreza y buscar el desarrollo, sino huir de los abusos y amenazas de los grupos delincuenciales que tienen bajo su control y atemorizada a toda esta región ante la impunidad y la colusiones hasta con el propio Ejército Mexicano. 

Así lo afirmó el líder del Barzón, Heraclio "Jako" Rodríguez, quien aludió que como organización en el último año tienen registradas 700 familias desplazadas de la Sierra, unos han llegado a Cuauhtémoc, otros a Chihuahua, "la gente en la sierra dice, aquí no te queda otra nomas que correr o morir". 

"Están siendo amenazados por el narcotráfico, por el crimen organizado y la gente está abandonando sus comunidades, llegan y les roban sus vacas,  les queman las casas, les roban las tropas, les roban todo lo que tienen y pues tienen que salirse. Es una situación difícil lo que se vive en la sierra", afirmó, denunciando que pese a la gravedad del asunto y de que se ha estado denunciando a través del Barzón y el Centro de Derechos Humanos de las Mujeres, la autoridad no ha hecho nada por garantizar la seguridad de las familias, sino que agranda la sensación de permisividad y con ello el poder de estos grupos sobre los moradores de la Sierra. 

"¿Que es lo que ves? Los del crimen organizado junto con los del Ejército, los del crimen organizado junto con los de la Policía Ministerial o junto con la Policía Única Estatal, hay colusiones ahí de todos, nadie sabe qué hacer", aseveró. 

 Jako Rodríguez afirmó que no se podía hablar de un problema exclusivo de algunos municipios sino que abarcaba toda la sierra, afirmando que entre los casos que llegaron a El Barzón hay familias de Carichí, Bocoyna, Uruachi, Guazapares, Chínipas, y Guadalupe y Calvo. Una vez desplazadas del en torno en el que crecieron y despojadas de las pertenencias de toda una vida, el barzonista lamentó que las familias en su huida a la gran ciudad se vean abocadas a la pobreza, en el alcoholismo, en la drogadicción, la falta de empleo, la falta de oportunidades.

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