Tras 90 años de servicio, este 31 de diciembre se extingue la Policía Federal. La corporación, que tuvo su último cambio de nombre en 2009 al que se le conoce ahora, desaparece en medio de un cúmulo de demandas por indemnización y deudas que heredará la Guardia Nacional.
Se desvanece frente a una serie de señalamientos y descalificaciones por corrupción que aumentaron tras el arresto en Estados Unidos del ex secretario de Seguridad Genaro García Luna, quien durante su paso por la PFP conoció a quienes después integraron su círculo más cercano.
Al 31 de agosto pasado, los adeudos de la Policía Federal ascendían a mil 870 millones 406 mil pesos. De acuerdo con información solicitada a la Unidad de Transparencia, el adeudo se divide en dos: el que corresponde a ejercicios fiscales anteriores al año 2019, cuya suma es de mil 629 millones 95 mil pesos, y el correspondiente al ejercicio fiscal de este año, que asciende a 241 millones 311 mil pesos.
Esta deuda deberá ser absorbida por la Guardia Nacional, aunque en 2020 no podrá cubrirla, ya que la cantidad representa 69 por ciento del presupuesto de la nueva corporación.
El frente laboral es el más complicado porque a través del abogado Enrique Carpizo se indemnizaron ya a 2 mil elementos (Alfonso Durazo, secretario de Seguridad federal, dice que son 4 mil) y solamente de este grupo faltarían alrededor de 10 mil elementos.
El abogado Iván Chávez realiza las mismas gestiones de al menos otros 2 mil policías federales y el litigante Osvaldo Carrillo hace lo mismo para alrededor de 300 uniformados, especialmente los que pertenecen al 20 Agrupamiento, es decir, los que tienen lesiones por riesgo de trabajo o sufren alguna enfermedad incapacitante.
“Al extinguirse la Policía Federal las plazas que no se transfirieron a la Guardia Nacional desaparecen en automático, lo cual es equiparable, de acuerdo con las leyes mexicanas, con un despido injustificado y ello nos permite solicitar una indemnización basada en antigüedad y nivel de plaza”, explicó el abogado Carrillo.
“Presentaremos los oficios en cuanto regrese el Tribunal (de Conciliación y Arbitraje) de vacaciones, no las presentamos antes porque a muchos abogados que las presentaron antes de que suprimieran las plazas se las desecharon. Ahora que se cumple el mandato y se extingue legalmente podemos hacer efectivos los derechos y demandar”.
Este nuevo escenario, opinó, provocará que muchos elementos que habían optado por integrarse a la Guardia Nacional o aceptar las opciones de transferencia laboral que les brindó la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) cambien de opinión y elijan una indemnización justa.
La Policía Federal contaba con 36 mil elementos aproximadamente, distribuidos en la Oficina del Comisionado General, y siete divisiones que eran Inteligencia, Investigación, Seguridad Regional, Científica, Antidrogas, Fuerzas Federales y Gendarmería.
También había una Secretaría General, una oficina de Asuntos Internos, 20 coordinaciones, 32 coordinaciones estatales y 66 direcciones generales.
Alfonso Durazo, titular de la SSPC, aseguró que de los 36 mil elementos, únicamente 15 mil realizaban tareas operativas.
Al anunciarse la extinción de esta corporación a fin de trasladar sus elementos a la Guardia Nacional (que inició oficialmente operaciones el 30 de junio pasado) un grupo de policías inconformes iniciaron un movimiento de resistencia.
Cerca de 12 mil elementos negociaron su paso a la nueva corporación o a alguna de las 10 opciones en dependencias gubernamentales que les fueron ofrecidas.
Fuente: Milenio.