Ciudad de México. El hostigamiento y la intimidación que lleva a cabo el gobierno de facto de Jeanine Áñez sobre la residencia oficial de México en Bolivia incluyen el uso de drones que sobrevuelan el inmueble para vigilar las actividades en el interior.
Ayer por la tarde, la representación diplomática a cargo de la embajadora María Teresa Mercado Pérez denunció vía Twitter el uso de tecnología a control remoto, además de la persistente vigilancia sobre la sede diplomática mexicana por parte de civiles y elementos de la policía boliviana, quienes incluso tomaban fotografías.
La legación mexicana en La Paz publicó una serie de imágenes y un video en el que se aprecia el aparato volador. Posteriormente, informó en esa red social que cuerpos de seguridad y civiles continuaban rodeando la residencia que habita Mercado Pérez y donde se encuentran nueve integrantes del depuesto gobierno del presidente en el exilio Evo Morales.
Los agentes que vigilan el edificio se instalaron en diversos puntos de los alrededores, incluso en la parte alta de un cerro. En una imagen publicada en Twitter se puede ver a un integrante de la policía sujetando un dispositivo electrónico a la altura de su cara para tomar fotografías.
A pesar de la denuncia pública que México ha presentado en relación con que el operativo policiaco que han montado las autoridades bolivianas está fuera de toda proporción y representa una amenaza y una violación a la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas (1963), el asedio ha ido en aumento y los funcionarios mexicanos en La Paz se percataron de los drones.
Además, el viernes elementos policiacos detuvieron vehículos con placas diplomáticas de la encargada de negocios de la embajada de España, Cristina Borreguero, y del cónsul español en Bolivia, Álvaro Fernández, quienes realizaron una visita de cortesía a Mercado Pérez, reportó la Secretaría de Relaciones Exteriores.
El presidente en el exilio Evo Morales ya había denunciado en Twitter el uso de drones para amedrentar y poner en riesgo la seguridad de los asilados. Indicó también que ello viola el espacio aéreo de la oficina diplomática mexicana.
Entre los asilados que se encuentran en la residencia oficial están los ministros de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, y de Cultura, Wilma Alanoca, personajes que el gobierno de facto de Áñez tiene interés de aprehender.
Incluso, la canciller del régimen boliviano, Karen Longaric, en diversos foros públicos ha demandado al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador la entrega de los asilados que están acusados por delitos comunes y ha afirmado que no serán concedidos los salvoconductos para ellos.
Fuente: La Jornada.