Migración forzada

Por: Rosalío Morales Vargas

Por: Rosalío Morales Vargas
 
Se van en busca de otros horizontes, 
siempre se dice adiós en este pueblo.
Las despedidas tristes como todas,
el desamparo a lomos del invierno;
no marchan porque quieren pues el hambre
los cercena en miríadas de fragmentos.
 
A dentelladas muerde la miseria,
donde todo es medido con dinero.
Entre los médanos de incertidumbre,
los ecos trepidantes del destierro,
con sabor de nostalgia y de derrota,
entre muros humanos y de acero.
 
Más que los golpes duele el abandono
en el resabio de los días inciertos,
la añoranza presente a toda hora,
el ignoto poblado en el recuerdo;
el viento deletéreo de la angustia
aviva el resplandor de un sentimiento.
 
Y el asedio constante de la espera
se convierte en cascada de lamentos,
el acre sinsabor de los olvidos,
los fantasmas de dudas al acecho
y titila el retorno con sus alas,
es latente pensar en el regreso.
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